Los frutos de todo lo que se ha ido gestando en el ya extinto 2019 se tienen que empezar a recoger en este 2020. Y al frente de la nave txuri urdin seguirá un Imanol Alguacil que es, junto a Roberto Olabe, es el principal artífice de este giro hacia la ambición que ha dado el club. La Real tiene muchos retos por delante, que deben empezar a materializarse desde los primeros meses del año más ilusionante de los últimos tiempos. Tiene que ser un año europeo en el que la Real, por fin, tenga un papel relevante en la Copa.
Imanol asume su cuota de responsabilidad y se plantea llegar lejos en el Torneo del K.O, mejorar las prestaciones en el flamante Anoeta, elevar el porcentaje de victorias y tratar de superar la que estableció el director de fútbol, aumentar la participación de los jugadores de cantera y ser el segundo realista en jugar y entrenar en Europa con la Real.
Lo que menos preocupa de momento al entrenador es su renovación. Su mensaje a la planta noble de Anoeta es que no tiene prisa por certificar un año más en el club, con el que tiene una especie de contrato indefinido, que se va renovando año a año. La Real quiere sellar ya su ampliación.
1. Sólo hay seis equipos que han sumado menos en su casa
La Real tiene el estadio más moderno y vanguardista, por fin de los más bonitos y calientes de Primera, y sin embargo sus resultados hogareños no han ido acorde ni con semejante escenario ni con el juego del equipo. De momento, sólo hay seis equipos que han logrado menos puntos que la Real en su casa, aunque es un dato con cierta trampa, ya que los txuri urdin sólo han disputado ocho de los 18 partidos de Liga en su propio feudo y 10 fuera, cuando la inmensa mayoría han disputado nueve y nueve, sino 10 en su hogar y ocho a domicilio. El caso es que el bagaje de cuatro victorias, dos empates y dos derrotas en Anoeta no es ni mucho menos catastrófico, pero sí manifiestamente mejorable para una Real que ha obtenido un triunfo más fuera. Lo más sangrante es que equipos como el Getafe y el Levante se llevaron los tres puntos del espectacular coliseo de Amara y el Leganés y el Barcelona, uno. El impedir que se escapen esos puntos de Anoeta, empezando por el domingo, es uno de los retos para 2020.
2. Ser el segundo técnico en jugar y entrenar en Europa con la Real
Para Imanol, éste es un reto personal y profesional de altura. En su mano está la posibilidad de convertirse en el segundo txuri urdin en jugar en Europa con la Real y entrenar a la escuadra guipuzcoana por el continente, después de Marco
Antonio
Boronat. El técnico oriotarra tuvo la oportunidad de participar en la fatídica eliminatoria de la Copa de la UEFA contra el Vitoria de Guimaraes, con derrota (3-0) el 17 de septiembre de 1992 e insuficiente victoria en la vuelta en Atotxa (2-0) el 30 de septiembre de 1992.
Boronat disputó las ediciones de la Copa de la UEFA de las campañas 1974/75 y 1975/76, en concreto los dos encuentros inaugurales contra el Banik Ostrava en el 74 y tres de los cuatros partidos de las dos eliminatorias que disputó la Real en el 75: los dos partidos contra el Grasshopper (3-3 y 1-1) y el inolvidable duelo en Atotxa contra el Liverpool de Toshack y Keegan (1-3). Como entrenador, dirigió a la Real en la UEFA de la campaña 1990/91 ante el Lausanne y el Partizán.
3. La cuenta pendiente de la Copa también es para Imanol Alguacil
Cada año se presenta la Copa del Rey como uno de los retos a superar por la Real, habida cuenta de la vergonzosa trayectoria de la escuadra txuri urdin en el torneo del K.O. desde que fue segunda en 1988, hace 31 años y medio. Imanol
Alguacil no se escapa de esta negativa espiral que ha arrasado con todos. Uno de sus lunares del pasado curso fue no conseguir pasar la segunda ronda copera, la primera a su cargo, toda vez que en la primera la Real eliminó a doble partido al Celta. En la segunda, el bombo determinó que el rival a batir fuera el Betis. El afortunado 0-0 de la ida en el Benito Villamarín dejaba el cruce abierto, pero los guipuzcoanos quedaron condenados con el 2-2 de Anoeta.
En la presente edición, la Real apeó sin piedad al Becerril en la primera ronda (0-8) y debe hacer lo mismo, de nuevo a partido único, el próximo día 12 contra el Ceuta. Las rondas serán a un solo encuentro hasta las semifinales y los de Primera, hasta que sea posible, se medirán a equipos de categoría inferior. Llegar más lejos es de obligado cumplimiento para Imanol.
4. El ambicioso desafío de superar a Olabe en porcentaje de triunfos
Los números de Imanol como primer entrenador de la Real son muy buenos, de forma casi indiscutible. 22 triunfos, 12 empates y 14 derrotas en 48 partidos ligueros dibujan una notable trayectoria en la elite del oriotarra. De hecho, su porcentaje de triunfos (45,8%) en la escuadra txuri urdin es el tercero mejor de toda la historia. Sólo lo superan Asier
Santana, a cuyo cargo el equipo ganó el partido que jugó por lo que su ratio de victorias es del 100%, y Roberto
Olabe, actual director de fútbol, con el que el conjunto de Anoeta ganó cinco partidos de nueve (55,6%). No será fácil para Imanol alcanzar ese porcentaje, ni siquiera mantener el que ha presentado hasta ahora, pero es uno de sus más ambiciosos retos de cara a este 2020 que acaba de nacer.
5. Hallar una solución para el puesto de central izquierdo
Es la gran asignatura pendiente del entrenador y del club esta temporada. No hay manera de que Imanol dé continuidad a un futbolista en la plaza de central izquierdo, para la que, con la nula confianza que demuestra en Modibo
Sagnan, no hay un jugador específico. Y sigue sin encontrar un candidato óptimo. Por ahí han desfilado Igor
Zubeldia, que es quien mejor rendimiento ha dado, y Diego
Llorente, que no se ha encontrado cómodo en ningún momento. Durante la presente semana, Imanol está probando a Le
Normand, que podría ser el ocupante de esa demarcación maldita ante el Villarreal. Si el entrenador puede dar durante las próximas semanas con el futbolista óptimo para ocupar la parte izquierda del centro de la defensa, el equipo ganará muchos enteros.
6. Dar más chance a jóvenes valores de la cantera sin minutos
Imanol
Alguacil es de los valedores y ejecutantes de la política de cantera de la Real. Cree en ella y la lleva a la práctica, aunque la llegada de futbolistas de primer orden el pasado verano como Odegaard, Portu, Monreal o Isak ha cerrado la puerta este curso a jóvenes valores de la cantera con casi nulo protagonismo en la cancha. Si bien la pasada temporada fueron nueve los ‘potrillos’ que debutaron en el primer equipo, en la actual no ha dado ninguno el salto y futbolistas como Aihen o Barrenetxea han perdido el peso que tenían en la segunda mitad del pasado curso. Son cuatro los canteranos que normalmente figuran en un ‘once’ inicial txuri urdin muy definido, que experimenta pocas variaciones cada partido y que no tiene mucho carácter autóctono.
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