El triunfo del Madrid, sin brillo y con regalos


El Real Madrid firmó en Getafe una actuación entre lo meramente serio y lo ramplón, sin excesivo brillo y ejecutando menos disparos que su rival, pero venció. Y lo hizo en gran parte porque el Getafe, en el cómputo global del encuentro, fue menos Getafe que nunca. Tan solo durante una tramo de la primera mitad se jugó a lo que quisieron los de José Bordalás, y entre que los azulones no supieron aprovechar sus oportunidades ante un Courtois que, esta vez sí, demostró ser uno de los mejores porteros del mundo, y que David Soria adelantó los regalos de Reyes para el Madrid, se gestó el ‘2’ para la quiniela.



El Getafe menos Getafe

Si hay un equipo de LaLiga que penaliza como ningún otro los errores del rival, ese es el Getafe. Si hay un equipo que logra más goles que ningún otro a balón parado, ese también es el Getafe. Y si es así, es gracias a su técnico José Bordalás. Pero esta vez el alicantino probó de su propia medicina al encajar el 0-1 en una imperdonable salida en falso de David Soria y recibiendo el 0-2 en una falta botada por Kroos al área que Varane remató a la red sin oposición alguna. Ya en el añadido llegó el tanto de Modric que cerró el triunfo, en un contragolpe de libro digno de servir como ejemplo en los mejores cursos de entrenador. Pero aconteció cuando todo estaba decidido, con el Getafe ya desdibujado y el propio Bordalás metido en su banquillo aceptando la derrota.

En dicha jugada, por cierto, estuvo fino Bale, que dejó detalles a lo largo del partido pero continúa sin marcar en LaLiga desde septiembre. Dispuso de dos ocasiones clarísimas en la segunda parte, pero en ambas falló incomprensiblemente ante David Soria.

Además del galés, Vinicius, demostrando que el 2020 no le ha traído acierto de cara a puerta, también falló un gol cuando se cantaba.

En definitiva, el Madrid ganó, pero en uno de esos triunfos grises. Ahora bien, los puntos valen igual en la lucha por el campeonato.



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