El 3 de diciembre de 2018 Luka Modric recibió el Balón de Oro al mejor jugador del año después de conquistar con el Real Madrid su tercera Champions consecutiva y de liderar a la selección Croacia hasta la final del Mundial de Rusia.
El futbolista balcánico se alzó con el célebre galardón como un premio al fútbol colectivo y rompió así una racha de diez ediciones seguidas en las que los ganadores fueron Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
Desde entonces su rendimiento cayó en picado. Exhausto tras una temporada maratoniana, Luka Modric, como el resto de sus compañeros, fue incapaz de virar el rumbo de un curso que empezó torcido y que acabó en desastre sin paliativos, con un Madrid que se quedó sin opciones de optar a los títulos a las primeras de cambio.
Con 34 años en sus piernas, parecía que Luka Modric ya había entrado de pleno en el ocaso de su carrera. Sin embargo, Zinedine Zidane mantuvo su confianza en uno de los jugadores más importantes del último lustro y apostó por su continuidad en detrimento de Daniel Ceballos o Marcos Llorente, que abandonaron la disciplina blanca en verano en busca de minutos y protagonismo.
Quien sí se quedó fue Fede Valverde, erigido como el jugador revelación del equipo después de arrebatarle la titularidad al tótem croata en plazas de tronío como el Wanda Metropolitano o el Camp Nou.
Modric se reivindicó en la Supercopa
Consciente de que la edad no perdona, Zidane ha optado por dosificar a Modric y reservarlo para partidos de altos vueltos. El croata ha respondido a la confianza con actuaciones solventes y con unos guarismos inéditos en su carrera, pues suma 5 goles en 20 partidos, cifra récord con el Madrid.
En la Supercopa de España, beneficiado por las bajas en ataque, Modric fue una pieza clave en el Madrid de los peloteros. Ante el Valencia marcó el 0-3 con un golazo de exterior y contra el Atlético, en la final, fue uno de los jugadores que sostuvo al equipo en sus peores momentos. Con Kroos e Isco por debajo de su nivel habitual, le tocó al croata tirar del carro junto a Casemiro. Mantuvo su despliegue físico durante los 120 minutos y marcó el tercer penalti de la tanda engañando a Oblak.
Odegaard y Van de Beek, amenazas para Modric
Las más que probables llegadas de Odegaard y de Van de Beek el próximo verano para reforzar la medular blanca comprometen de nuevo el futuro inmediato del jugador croata, que finaliza contrato el próximo 30 de junio de 2021.
Mientras tanto, Luka Modric sigue reivindicándose como un futbolista insustituible en el Real Madrid. A sus 34 años, mantiene intacto el hambre de títulos y su ambición por seguir siendo titular.
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