Miles de personas han visto cómo sus vacaciones de crucero se convertían en una pesadilla por el brote de coronavirus que ha obligado a mantener en cuarentena a dos buques en Yokohama, en Japón, y Hong Kong, en los que se han detectado ya más de 20 contagios.
El caso más grave se está registrando en Yokohama, al sur de Tokio, donde el buque Diamond Princess, con 2,666 pasajeros y 1,045 tripulantes, ha quedado en cuarentena desde el pasado lunes tras llegar a puerto el crucero después de tocar los de Hong Kong, Okinawa y Kagoshima, estos dos últimos en Japón.
Las autoridades de Japón confirmaron el jueves que diez personas, de las que no han dado su identidad, dieron positivo en las últimas horas por la neumonía que causa el coronavirus que surgió en la ciudad china de Wuhan.
Los nuevos infectados son cuatro japoneses, dos estadounidenses, dos canadienses, un neozelandés y un taiwanés, con edades comprendidas entre los 50 y los 70 años. Estos diez casos se suman a otros diez detectados anteriormente en el crucero.
El Diamond Princess se encontraba el jueves anclado en el puerto de Yokohama para suministrarse de comida y otros pertrechos, después de haber quedado lejos de la costa en fechas previas para realizar tareas de saneamiento de aguas negras.
La llegada al puerto fue aprovechada para trasladar a centros médicos a las personas infectadas.
Las autoridades niponas han pedido al resto de los pasajeros y tripulantes que permanezcan a bordo del crucero, por al menos dos semanas, el período calculado para la incubación del virus.
Ya se han recogido muestras de 273 personas del crucero Diamond Princess que tenían síntomas potencialmente vinculados al virus y se están analizando de forma secuencial.
Con los 20 casos detectados en el crucero hasta ahora se eleva a 45 el número de personas que se han contagiado por el coronavirus en Japón.
Al margen de los casos encontrados en el crucero, el resto de los infectados son ciudadanos chinos visitando Japón como turistas o ciudadanos nipones que fueron repatriados desde Wuhan.
Japón ya ha enviado a Wuhan tres vuelos chárter para recoger a sus connacionales y traerlos de vuelta a Japón. Un cuarto vuelo saldrá en las próximas horas hacia esa ciudad china para recoger a unas doscientas personas más que han pedido ser repatriadas.
Mientras tanto, en Hong Kong más de 3,600 personas continúan atrapadas en el World Dream por segundo día, ya que las autoridades decidieron retenerlas después de que ocho turistas chinos que habían participado en un crucero anterior en ese buque hubiesen dado positivo por coronavirus.
La situación podría ser más grave de lo inicialmente pensado, ya que las autoridades revelaron hoy que, aparte de los 1,800 pasajeros a bordo del crucero, más de 5,000 hongkoneses viajaron en él desde el pasado 19 de enero.
El Gobierno de la ciudad autónoma ha pedido a esas 5,000 personas que se pongan en contacto con los servicios sanitarios, así como a los 206 hongkoneses que estuvieron en el mismo crucero que los ocho chinos contagiados.
Ninguno de los 1.800 pasajeros que siguen atrapados en el World Dream -el 90 % hongkoneses- se habían cruzado con esas personas, aunque parte de la tripulación sí que lo hizo.
Hasta el momento, cuatro empleados han sido hospitalizados, aunque no se ha confirmado ningún caso de coronavirus por ahora.
En la mañana de este jueves, algunos de esos turistas hacían taichí en la cubierta del buque mientras otros fumaban.
El operador del crucero ha facilitado productos de primera necesidad como comida para bebés o medicamentos a algunos pasajeros concretos.
En una radio local, el experto en enfermedades respiratorias y profesor de la Universidad de Hong Kong, David Hui Shu-Cheung, afirmaba que, debido a que los ocho turistas que dieron positivo lo hicieron el día 24 de enero, mañana debería cumplirse el período de cuarentena establecido de 14 días, por lo que sería posible que las autoridades permitiesen el desembarco.
No obstante, no hay confirmación oficial por ahora de cuándo se permitirá a los pasajeros que salgan del buque.
El miedo al coronavirus crece en Hong Kong, donde todavía queda el recuerdo de la epidemia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS) de 2002-2003, que dejó en la ciudad casi 300 muertos, el 37 % del total de decesos a nivel mundial.
Son muchos los que piden al Ejecutivo local que cierre los tres pasos fronterizos todavía abiertos que unen la ciudad con la China continental, al considerar que el cierre de los otros diez puntos no es suficiente para contener la propagación del virus, cuyo principal foco está en la provincia china de Hubei.
Desde el pasado día 3, más de 6.300 de los 77,000 empleados de los hospitales públicos de la ciudad se han unido a una huelga para presionar al Gobierno, al que también reclaman que les proporcione suficiente material de protección para no contagiarse mientras se enfrentan al coronavirus.
Según las últimas cifras oficiales, el número de muertos por el coronavirus se eleva ya a 563 en China, mientras que el de infectados supera los 28,000.
Hasta el momento solo se han registrado dos fallecimientos fuera de la China continental -uno en Hong Kong y otro en Filipinas- y, aunque una veintena de países han confirmado ya casos de la neumonía de Wuhan, en torno al 99 % de los infectados han sido detectados en el gigante asiático.