Estados Unidos ha matado al líder de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), Qasim al Raimi, durante una operación antiterrorista en Yemen, según ha confirmado la Casa Blanca este viernes. El comunicado no da detalles de cómo o cuándo se llevó a cabo. Sin embargo, la muerte de Al Raimi, a quien un topo vinculó con el atentado en el que murieron ocho españoles en 2007, ya se venía rumoreando desde finales de enero. El golpe no acaba sin embargo con el grupo, considerado la franquicia más activa de Al Qaeda.
“Bajo Al Raimi, AQPA cometió [una] violencia desmedida contra civiles en Yemen y trató de llevar a cabo e inspirar numerosos ataques contra Estados Unidos y nuestras fuerzas”, justifica el texto que firma el presidente Donald Trump.
El yemení Al Raimi, de 41 años, dirigía AQPA desde 2015, cuando sucedió a su compatriota Naser al Wuhaishi, a quién mató un dron estadounidense. Pero se le vincula con numerosos atentados contra intereses occidentales desde principios de siglo, incluido el que acabó con la vida de ocho turistas españoles y sus dos conductores yemeníes en julio de 2007. El último conocido, un tiroteo en la base naval norteamericana de Pensacola (Florida), el pasado diciembre, en el que un militar saudí asesinó a cuatro personas.
AQPA difundió el pasado día 2 una grabación de audio en la que Al Raimi, alias Abu Hurairah, atribuía la balacera a esa organización. Pocos días antes el diario estadounidense The New York Times publicó que había muerto en el bombardeo de un dron norteamericano en Mareb, al oeste de Yemen. Aunque Washington no ha precisado cuándo llevó a cabo la operación contra el terrorista, el mensaje pudo haber sido grabado con anterioridad.
Como muchos yihadistas de su generación, Al Raimi se formó en los campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán en los años noventa, cuando apenas salía de la adolescencia. De vuelta a su Yemen natal, fue encarcelado en 2004 en relación con un plan para atacar embajadas en la capital, Saná. Dos años más tarde logró escapar junto a otra veintena de presos.
A partir de entonces se involucró, junto a Al Wuhaishi, en la fundación de la rama yemení de Al Qaeda. Al Raimi apareció en el vídeo que anunciaba la fusión de esta con el grupo de Arabia Saudí en enero de 2009, como el jefe militar de la nueva AQPA. Su objetivo, derribar a los Gobiernos apoyados por Estados Unidos y eliminar cualquier influencia occidental en la región. Enseguida mostró sus ambiciones con el terrorista de los calzoncillos, un nigeriano que intentó detonar una bomba escondida en su ropa interior durante un vuelo a Detroit o el envío de explosivos camuflados en impresoras interceptados un año después en Dubái y Londres.
“Su muerte degrada aún más AQPA y el movimiento global de Al Qaeda, y hace más cercano el momento en que eliminemos las amenazas que estos grupos plantean a nuestra seguridad nacional”, asegura el comunicado estadounidense.
Sin duda se trata de un duro golpe para los yihadistas. AQPA es la rama más activa de Al Qaeda y Al Raimi estaba considerado como un potencial sucesor de Ayman al Zawahiri, el hombre que dirige esa organización terrorista desde que EE UU mató a su fundador, Osama Bin Laden, en Pakistán en 2011. Aun así, igual que él sustituyó a Al Wuhaishi, Al Raimi será sustituido por alguno de sus lugartenientes. Además, mientras Yemen siga sumido en la guerra y la miseria, la ideología y la paga del grupo seguirán atrayendo reclutas, y la ausencia de un Estado funcional permitiendo que extienda sus tentáculos.
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