Los números de Abelardo como técnico del Espanyol hablan por sí solos. En una hipotética Liga de las 5 jornadas en las que el asturiano ha dirigido a los blanquiazules, el equipo estaría en puestos de competiciones europeas. Tal cual. Porque desde el empate ante el Barça en el partido con el que ‘El Pitu’ se estrenó, son 8 los puntos que ha sumado (2 triunfos, 2 empates y 1 derrota). Y en este tiempo tan solo Real Madrid (15), Getafe (12), Barça (10), Villarreal (10) y Valencia (9) han engrosado su casillero más que el Espanyol.
El dato no deja de ser anecdótico y a fin de cuentas no ha bastado para que el Espanyol haya abandonado la zona de descenso. Pero sí refleja que Abelardo ha aterrizado en Cornellà-El Prat portando la brújula y los mapas adecuados para transitar por el camino correcto hacia la permanencia. Habrán piedras por el mismo y está por ver si las supera, pero tiene claro el rumbo a seguir.
Hacerse fuertes en casa
Es una obviedad, pero cabe que sea remarcado como una premisa para que el Espanyol consiga el objetivo de seguir en Primera. El triunfo del domingo fue el primero que el cuadro blanquiazul logra como local en casa en todo lo que va de Liga. Y son ya 12 los encuentros que ha disputado como tal. En los 7 restantes el porcentaje de éxito debe ser superior al acumulado hasta ahora. Más si cabe teniendo en cuenta que pasarán por el RCDE Stadium equipos como el Leganés y el Celta, rivales más que directos en la lucha por la salvación, y otros como Levante, Alavés y Eibar, susceptibles en la misma a la mínima que se despisten. Dijo Abelardo en la rueda de prensa posterior al duelo ante el Mallorca que la afición había ayudado a marcar el gol del triunfo. Y sin duda que también aportará su granito de arena en los encuentros mencionados. Pero al final es el equipo el que tiene que refrendarlo sumando el ‘1’ para la quiniela.
Portería a cero para sumar
Tres meses y medio han transcurrido entre el domingo, cuando el Espanyol dejó su portería a cero para superar al Mallorca, y la anterior vez que lo había hecho en Liga. Fue el 27 de octubre de 2019 en el Ciutat de València, en el 0-1 cosechado ante el Levante en lo que fue el único triunfo de la ‘era Pablo Machín’ en Liga. Desde entonces, a lo largo de nada más y nada menos que 12 jornadas disputadas, el Espanyol había encajado, como mínimo, un gol. Y claro, cuando lo haces, lo de lograr el triunfo inevitablemente se complica. Más si cabe teniendo en cuenta que, hasta la llegada de Raúl De Tomás, este equipo no tenía ‘punch’ en su parcela ofensiva y apenas inquietaba a los porteros rivales. Por ello resulta tan importante cerrar el grifo de los goles en contra. 40 son los del Espanyol en esta Liga, habiendo recibido más que ningún otro equipo.
La racha de De Tomás
Él solo no puede salvar al equipo y a buen seguro que va a necesitar la colaboración de sus compañeros, pero si Raúl De Tomás prolonga el idilio que tiene con el gol actualmente, el Espanyol estará mucho más cerca de la salvación que si esto no sucede. Acumula 5 goles en los 5 partidos oficiales que ha disputado como perico habiendo marcado incluso en un partido como el del domingo en el que no estuvo excesivamente brillante. Pero en la ocasión de gol que tuvo, mandó el balón a la red. Y eso es oro para este Espanyol. Como curiosidad resta lo que sucedió ante el Mallorca, cuando tuvo un problema con su bota que propició unos gestos que dieron a entender que tenía un problema muscular. El corazón de la afición se congeló por un momento. Ni resfriarse puede.
Que las lesiones respeten
Abelardo parece haber encontrado un ‘once’ tipo. Y funciona. Habrá matices y seguro que los Matías Vargas, Melendo, Wu Lei y compañía jugarán un papel importante cuando sea necesario, pero si las lesiones respetan a los jugadores del plan principal, Abelardo lo agradecerá. No existe margen de error. No hay lugar para experimentos. La apuesta es firme.
El control de la ansiedad
Se dice que en la Liga todo se decide en las últimas 10 jornadas. Y salvo que llegues a las mismas muy descolgado como para luchar por un objetivo, se cumple. Habrá partidos, como el del domingo ante el Mallorca, en el que los pequeños detalles marcarán la diferencia. Y ahí el aspecto psicológico es más que fundamental para tener éxito.
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