Pocos jugadores hay en la plantilla del Real Madrid con más talento individual que Isco y Modric. Ambos capitales en el primer Real Madrid de Zidane que levantó tres Champions consecutivas, parecían haber perdido el paso del equipo en las últimas semanas con la irrupción de Fede Valverde y la tendencia blanca a ser un equipo más rocoso que vistoso.
Sin embargo, en Pamplona, ambos demostraron que, con la ayuda de un Zidane que sigue confiando en ellos, pueden volver a tener una cuota importante de protagonismo en el esquema merengue.
Y es que su función dentro del equipo va más allá de la tónica general de las últimas semanas en la Casa Blanca que no es otra que la de ser algo más aguerridos con y sin balón y menos creativos.
Tanto el malagueño como el croata son las piezas diferenciales que Zidane utiliza para atraer rivales, hacer conducciones largas, eliminar líneas de presión con pases el hueco, y demás acciones que resultan ser determinantes de cara a gol.
Hazard, el ‘nuevo’ socio
Una de las grandes noticias para Zidane es que, junto con el regreso de Hazard, se podrá volver a un Real Madrid más coral en el que el toque y el juego vistoso tenga más cabida. La calidad del belga, sumada al buen momento de Isco y Modric, puede convertir a esta sociedad en una de las referentes en el ataque madridista.
De esta manera, otros futbolistas del perfil de Vinicius, Lucas, o Rodrygo quedarían en un segundo plano y siendo ‘secundarios’ para Zidane y susceptibles de contar con minutos en los partidos que se atasquen en ataque.
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