El partido que el
Atlético de Madrid
y el
Liverpool disputarán este martes en el Wanda Metropolitano no será uno más. Ni de lejos. Será un partidazo, una de esas grandes noches que configuran la personalidad de un estadio como suele decir Diego Pablo Simeone.
Desde hace semanas, las entradas para el partido están agotadas y las únicas que salían a la venta eran las provenientes de la cesión de abonos, lo que también provocó que se diese la típica picaresca a la hora de intentar ‘vender’ bolis, fundas de móviles, bufandas, etc… por precios astronómicos que llevaban acarreadas de ‘regalo’ entradas o abonos para el partido.
El caso es que desde todos los estamentos se es consciente de que este partido es el más importante de la temporada hasta este punto de la misma. Las opciones colchoneras de seguir vivos en la competición pasan irremediablemente por lo que se haga.
El Atlético no sólo jugará con 11 sobre el campo, lo hará con casi 70.000 personas en la grada. La afición será clave como han venido reclamando los jugadores colchoneros.
El público del estadio Wanda Metropolitano recibirá al Atlético de Madrid con un mosaico de 60.000 cartulinas de colores rojo, blanco y azul, en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Liverpool, según anunció el club en un comunicado en su página web oficial.
Será el segundo mosaico más grande realizado hasta la fecha en el nuevo estadio colchonero. La entidad rojiblanca también pidió a los aficionados que anticipen su entrada al estadio para animar al equipo desde el calentamiento. No será la única iniciativa que se dé puesto que desde las redes sociales también se ha movido un recibimiento espectacular en este sentido. Además, en las gradas habrá
3.400 aficionados ingleses
y el choque ha sido declarado de alto riesgo.
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