La capacidad de superación es una de las virtudes más hermosas que existe en el deporte. Robin Le Normand (Pabu, Francia, 1996) es el futbolista de la Real que mejor encarna este concepto. Pocos esperaban hace cuatro años, cuando ingresó sin hacer ruido en Zubieta, que este corpulento central fuera a ser el pilar de entre todos los que componen el eje de la defensa txuri urdin.
El el argot de la Fórmula 1 se diría que Le
Normand ha levantado los adhesivos de las expectativas. Había quien no se desmarcaba en Zubieta de su percepción escéptica sobre las potenciales características del bretón. No terminaba de despuntar en su periplo con el Sanse, de 2016 a 2019, hasta que se dedicó a derribar barreras sin solución de continuidad. Como si abortara el peligro del delantero rival sin contemplaciones.
Las fases de crecimiento en un club de cantera suelen estar supeditadas a un padre futbolístico. A Le
Normand le cobijaba un ángel de la guarda: Imanol
Alguacil, su gran mentor. Aunque fue Asier
Garitano el entrenador que le hizo debutar con el primer equipo hace un año, el defensor francés convivió con el técnico oriotarra en el filial y a sus órdenes se ha convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada.
Al estilo de la discreción que le rodeó durante su etapa formativa, Le
Normand ha crecido, a la chita callando, al escalafón del central nato más utilizado por Imanol en toda la temporada. Zubeldia, que también ha jugado como central, suma más minutos, pero el azkoitiarra es centrocampista. Le
Normand sólo ha sido titular en una ocasión menos -18- que Llorente -19-, un homólogo fichado del Real Madrid. Y eso que partió con la vitola de suplente, a la sombra del madrileño y Aritz
Elustondo.
El más fiable por la izquierda
Le Normand suma 23 partidos oficiales este curso entre la Liga y la Copa. En 18 ha sido titular, mientras que salió al rectángulo las cinco veces que fue suplente de partida. Su partenaire más habitual en el centro de la retaguardia es Diego
Llorente. La dupla de centrales compuesta por el galo y Zubeldia no conoce la derrota en seis encuentros. Las parejas de baile que menos se dejan ver al lado de Le
Normand son Aritz y Sagnan.
Los cambios se han sucedido en la línea más vulnerable del esquema de la Real. Le
Normand es el que más airoso sale de la inestabilidad y, por encima de los nombres, la Real sale favorecida de sus convincentes actuaciones: sólo existen tres derrotas en 23 partidos con el bretón (contra Levante, Betis y Leganés).
Con Llorente lesionado y Sagnan cedido en el Mirandés, Le
Normand y Aritz son los centrales de cabecera para Imanol en este decisivo tramo de la temporada. Fuerte al corte, siempre metido en el partido y poderoso por arriba, Le
Normand es el central con aires clásicos que mejor ha subsanado el punto débil de la Real: el flanco izquierdo de su eje central. Se ha convertido en el más fiable a base de no complicarse la vida. Despejando balones y dudas.
En su primera temporada como miembro del primer equipo, Robin
Le
Normand ha suscitado la atención allende las fronteras de la Real. El notable papel que está desarrollando en la Real no pasa desapercibido y el entorno del francés ha recibido el interés de varios equipos de diferentes ligas. Se han limitado a preguntar por su situación, sin llegar a formular ofertas concretas en Anoeta.
El contrato de Le
Normand con la Real dura hasta el 30 de junio de 2022, el resto de esta temporada y las dos siguientes. Su cláusula de rescisión está tasada en 40 millones de euros. El central bretón, que debutó hace un año, en enero de 2019, con el primer equipo, no ha recibido a día de hoy oferta alguna de renovación por parte del club txuri urdin. En cualquier caso, teniendo en cuenta la duración de su vínculo actual y el precio de su libertad, da la impresión de que Le
Normand está a buen recaudo en la Real.
Robin
Le
Normand se ha estrenado esta temporada como goleador del primer equipo. Un inapelable cabezazo picado, rematado como mandan los cánones, fue su primer tanto como profesional en el Real-Eibar de la primera vuelta. Apenas 20 días después, el bretón recogió un rechace creado por él mismo para ver puerta en la primera eliminatoria de Copa contra el Becerril. Sus dos goles abrieron el camino de las goleadas a armeros (4-1) y palentinos (0-8) y es el único central de la Real que ha marcado esta temporada.
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