Irán ha liberado a un ciudadano alemán sentenciado a tres años de cárcel, según ha revelado la justicia iraní este martes, un día después de que Teherán informase de que un ciudadano de su país acusado de violar las sanciones de Estados Unidos fuera puesto en libertad en Alemania. “Este lunes, un ciudadano alemán volvió a casa. Fue arrestado hace un tiempo y sentenciado a tres años de prisión por tomar fotos en lugares sensibles”, ha explicado el portavoz judicial Gholamhossein Esmaili en una conferencia de prensa televisada sin dar más detalles.
Este lunes Irán explicó que Ahmad Khalili, que fue detenido en Alemania a petición de Estados Unidos y que estaba sujeto a su extradición a este país, voló a Irán junto con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif, que había estado en Alemania participando en una conferencia de seguridad en Múnich. “Insistimos que el ciudadano iraní debería volver primero a su casa, y entonces se permitió al ciudadano alemán dejar Irán el lunes”, explicó Esmaili.
La Guardia Revolucionaria de Irán ha arrestado a docenas de personas con doble nacionalidad en los últimos años, la mayoría acusados de espionaje. Esmaili también dijo que dos académicos franceses comparecerán en un juzgado este marzo. Francia ha pedido la liberación de la académica franco iraní Fariba Adelkhah y su colega francés Roland Marchal, detenidos el pasado junio. Sin embargo, Irán ha rechazado las peticiones de Francia, a las que califica como una interferencia en los asuntos internos de Teherán.
“No reconocemos la doble nacionalidad. Ella es iraní. No dejamos que otros estados interfieran en nuestras cuestiones judiciales. La sesión se celebrará el 3 de marzo”, ha explicado Esmaili. El abogado de Adelkhah explicó el mes pasado que Irán había renunciado a las acusaciones de espionaje, pero dijo que ella se enfrentaba a otras relacionadas con la seguridad. El asunto ha complicado las relaciones entre Teherán y París, firmantes del pacto nuclear de 2015 entre Irán y las potencias mundiales del que Estados Unidos se salió en 2018 y volvió a imponer sanciones que han golpeado con dureza la economía de Irán.
Activistas de derechos humanos han acusado a Irán de arrestar a personas con doble nacionalidad para lograr concesiones de otros países, una acusación que la República Islámica siempre ha rechazado. Un ciudadano chino-americano detenido en 2016 y después acusado de espionaje fue liberado el pasado diciembre en intercambio a otro preso, este iraní en manos de EEUU.
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