Un gol de Januzaj coloca a la Real tercera

De una primera parte en la que ambos equipos no llegaron a tirar entre los tres palos poco se puede decir. O está todo dicho. El Valladolid, con un planteamiento valiente en la presión, apretando la salida de balón txuri urdin con tres hombres y cerrando con otros tres por detrás todo el juego interior blanquiazul, logró ahogar el habitualmente fluido juego de la Real.

Los de Imanol, de por sí amantes de elaborar la jugada, apostaron por madurar sus ataques en busca del algún resquicio por el que desequilibrar al Valladolid pero no lo lograron en todo el primer acto. Sus únicos acercamientos fueron en alguna jugada de estrategia, como en el minuto 6 cuando un córner sacado hacia atrás raso caso lo remata dentro del área Zubeldia, o fruto de alguna acción individual. Un reverso en la línea de fondo dentro del área de Mikel Merino en el minuto 9 casi le deja en disposición de dar el pase de la muerte pero perdió el equilibrio.

Un disparo cruzado de Unal desde muy lejos en el minuto 20 fue el único acercamiento peligroso de los pucelanos que, eso sí, en la estrategia también inquietaron y no renunciaban a amenazar la adelantada espalda de la Real,que insistió en llevar el peso del partido.Todos sus intentos, sin embargo, se perdieron por culpa de un balón perdido,un error en el último pase,un envío demasiado largo… Un nivel de imprecisión excesivamente alto como para comprometer la bien organizada resistencia del Valladolid.

En los primeros diez minutos de la segunda parte el partido se movió más en las áreas que en toda la primera parte. En el 46’ Isak ya estuvo a punto de adelantar a la Real al cabecear un córner en el segundo palo que Masip detuvo en la raya. Zubeldia, tres minutos después, voleaba desde la frontal alto y Unal respondía con un remate en el primer palo que se fue rozando el palo de Remiro en el 50, tras un centro de Sandro.

Algo había cambiado y la Real no tardó en concretarlo en el marcador. Isak remató alto en el primer palo un centro de Monreal en el 55’ y antes de la hora de encuentro el conjunto txuri urdin fabricó una obra de arte. Odegaard conectó por dentro con Oyarzabal que a su vez se apoyó en Zaldua y, tras la pared, el capitán le dio un centro a Januzaj que era medio gol y el belga, de cerca y en el primer palo, cabeceó a la red. Casi todo al primer toque, todo hacia delante. Imparable para el Valladolid. Era el minuto 69. Anoeta estaba en el séptimo cielo. En ese momento era tercera en la clasificación.

La Real quiso aprovechar la efervescencia generada tras el 1-0 y embotelló a un aturdido Valladolid en los diez minutos posteriores al gol. La ventaja para los locales, en cualquier caso, era mínima y el Valladolid no había dicho su última palabra. En una contra en el minuto 81, de hecho, Remiro tuvo que desviar un disparo peligroso de Raúl García desde dentro del área. Los pucelanos se iban a ir con todo a por el empate.

Anoeta, consciente de la importancia de los puntos, quiso jugar su papel en los minutos finales y empezó a arengar a los suyos en un partido ya bastante roto. La Real gestionó bien la posesión en los instantes finales pero en el 92 Sandro tuvo una opción clara dentro del área que Remiro, achicándole el espacio, abortó dejando los puntos en casa.

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