Silvia Vargas Escalera fue plagiada el 10 de septiembre de 2007 mientras iba rumbo a su escuela en la colonia Las Águilas en la Ciudad de México.
La Policía Federal Argentina informó de la detención en Buenos Aires de un presunto involucrado en el plagio de Silvia Vargas Escalera, hija del empresario mexicano Nelson Vargas, excabeza de la Comisión Nacional del Deporte.
El 10 de septiembre de 2007 Silvia Vargas fue plagiada por “Los Rojos” mientras iba dirección a la escuela en la colonia Las Águilas de la Ciudad de México. Tres hermanos de apellido Ortiz lideraban a esa organización criminal: Miguel, Cándido y Raúl, según informó el medio argentino Infobae.
Silvia estuvo meses desaparecida, mientras su padre ofrecía recompensas para saber el paradero de su hija. Le habían pedido 3 millones de dólares. Después dejaron de pedirle; las comunicaciones se agotaron. Un año después, el cadáver de Silvia fue encontrado en una casa de la zona de Tlalpan.
Con el tiempo, la banda criminal cayó y les imputaron condenas elevadas de hasta 50 años de cárcel. Pero faltaba la última pieza, el que alquiló la casa donde apareció el cadáver. Ese hombre era un argentino, Iván Silvio Pissaco, 49 años, oriundo de Río Negro, 1.90 de estatura. Y ese hombre cayó, no en México, sino en Buenos Aires.
Este domingo, casi 13 años después del secuestro y crimen, la división Interpol de la Policía Federal lo encontró en el pequeño hotel Cibeles de la calle Virrey Ceballos en Montserrat, a dos cuadras de la central de la PFA, según confirman fuentes del caso a Infobae, una captura bajo la firma del Juzgado Federal Nº8 de Marcelo Martínez De Giorgi.
Se sabía de su llegada al país al menos desde el 23 de febrero, datos de inteligencia reportaron que había llegado desde Australia, con una escala en Chile.
La circular roja emitida de forma internacional por Interpol era reciente, databa de mediados de enero, con la firma del Segundo Juzgado de Distrito de Procesos Penales Federales por los delitos de “privación ilegal de la libertad en modalidad de secuestro y delincuencia organizada”. Al menos según consta en registros de Interpol, Pissaco no fue imputado por la muerte de la joven estudiante, no fue acusado como un asesino.