La emergencia sanitaria que vive Italia a causa del coronavirus ha llegado al futbol. Ayer, el gobierno italiano dispuso un nuevo decreto en el que se establecía que cualquier actividad deportiva que se realice en el país deberá disputarse a puerta cerrada hasta el próximo 3 de abril.
Las reacciones a esta decisión no han tardado en llegar. El presidente de la Juventus de Turín, Andrea Agnelli, se mostró de acuerdo con la medida gubernamental. “Nuestra posición siempre ha sido proteger la salud de la gente en primera instancia. Aceptamos como las autoridades han decidido lidiar contra está epidemia”, expuso el máximo mandatario del club turinés, para concluir con un contundente “es parte de la faena de las autoridades tomar ciertas decisiones y a nosotros nos corresponde respetarlas”.
Esta decisión se ha tomado en el contexto de la polémica entre Steven Zhang, presidente del I
nter de Milán, y su homólogo en la Lega
, a quién tildó de “payaso” y acusó de obligar a los futbolistas a jugar sin tener en cuenta la salud de los aficionados, en relación al Juve-Inter que fue recolocado para disputarse el día 9 de marzo, tres días antes del partido de ida de los octavos de final de la Europa League entre Inter y Getafe. Agnelli explicó que se reunió con él hace dos semanas y manifestó que está “convencido” que “para Zhang la prioridad también es la salud pública.
Agnelli aboga por dejar de lado las repercusiones económicas de jugar a puerta cerrada
El presidente de la Juventus, además, ha querido dejar a un lado el daño económico que puede generar para los clubes el tener que jugar a puerta cerrada. “Todos nos veremos afectados, directa o indirectamente por esta crisis sanitaria. Lo que debemos hacer es analizar la situación de manera realista, pero también con optimismo porque seguro que encontrará una solución al problema”.
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