Resulta difícilmente explicable la bipolaridad del Eibar. Es capaz de cualquier cosa y esta vez le tocó caer derrotado contra un rival directo por conseguir salvarse este curso, metiéndose en serios problemas clasificatorios.
Visto el éxito de justo hace una semana, Mendilibar decidió dar continuidad y sólo cambió a su portero. Tras estar indispuesto, Dmitrovic volvió bajo los palos por Yoel. No parecía necesario tocar lo que había funcionado bien, aunque frente al Mallorca no fue así.
Por su parte, ante la baja del sancionado Salva
Sevilla, Vic
e
nte
Moreno reforzó su línea defensiva colocando de inicio tres centrales y dos carrileros largos, que empezaron el partido con mucha profundidad.
Sólo habían transcurrido tres minutos cuando Lumor realizó una buena internada, asistió al Cucho
Hernández. Este recortó y desde la frontal obligó a que Dmitrovic interviniera abajo para evitar su tanto. Luego, Budimir no cazó por milímetros el rechace dentro del área pequeña.
Los locales tuvieron su primera ocasión clara del partido por mediación de Cote, quien envió un potente tiro libre, similar al que marcó contra el Sevilla, a la madera. No obstante, había muy poco ritmo.
Según avanzaba la contienda, el bando guipuzcoano trataba de dominar, mientras que los visitantes daban un paso atrás, a veces perdiendo incluso tiempo. Cote dobló a Orellana y su centro no encontró destinatario. Eso sí, ya estaban provocando cierta incertidumbre.
Bajo una fina e intermitente lluvia, Pedro
León lanzó otra falta que se le marchó alta.
Continuaban alternándose tímidas llegadas y centros laterales en ambos lados del campo, pero sin apenas tiros a portería. Diop lo intentó de manera consecutiva, si bien sus fuertes disparos los repelió la sólida muralla balear.
A poco del descanso, vino una doble acción maldita para los eibarreses. Paulo vio su quinta amarilla y se perderá el derbi. Justo después, Arbilla cometió otra infracción que terminó en gol.
Como en la ida, Dani
Rodríguez volvió a marcarle al conjunto armero. Su centro-chut lo desvió el propio Arbilla, que se agachó para despejar hacia las redes de manera defectuosa despistando completamente a Dmitrovic.
Antes de retirarse a los vestuarios, Pedro
León botó dos córners seguidos que casi se colaron. Sin embargo, la pelota salió ligeramente por encima del larguero desviado por un zaguero.
Se reanudó el encuentro con un bloque azulgrana algo más incisivo. A pesar de ello, seguían apenas generaban peligro. Charles no acertó en sendas tentativas cercanas al marco oponente.
El técnico vizcaíno movió su banquillo sin introducir ninguna variación táctica y las sustituciones tampoco surtieron efecto. No era la mejor tarde de nadie
Cucho también pudo ampliar diferencias con un gran pase de Lumor, muy activo, y remató mal. Take
Kubo sí que, prácticamente, sentenció. Orellana perdió la posesión cuando quería salir jugando y, quebrando magistralmente, el balón del japonés pegó en los dos palos antes de entrar.
Desde entonces se produjeron numerosas interrupciones. Bigas cabeceó reduciendo la distancia en el marcador demasiado tarde para que llegara la remontada. Hubo una trifulca final que acabó con reparto de amarillas y los puntos volaron a las islas.
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