El parón por coronavirus resquebrajó el mejor momento deportivo de la Real en varios lustros. Con sus ocho victorias en nueve partidos oficiales se había plantado en la final de la Copa del Rey y encaramado a la cuarta plaza en la Liga y ahora espera con ansia poder rematar una temporada mágica que ya está teniendo repercusiones positivas para el club. Y es que buena parte de los jugadores importantes de la Real han visto elevado sustancialmente su caché en el mercado y el valor total del equipo también se ha disparado: la plantilla de la Real es la quinta más valiosa de Primera: está tasada en casi 400 millones de euros: 390 para ser más exactos. Sólo los planteles del Real Madrid (1.080 millones), Barcelona (1.060), Atlético de Madrid (870,5) y Valencia (524,50) son más caros.
El valor medio de mercado de cada futbolista de la Real en la actualidad es de 17,73 millones de euros. Esta plantilla vale en este momento 92 millones de euros más que en junio del año pasado. Está tasada en un montante que corresponde casi al doble que la temporada pasada a estas alturas: los 390 millones de ahora eran 196,30 el pasado curso.
El salto hacia abajo es menos radical en temporadas precedentes: el equipo realista tenía un valor de 165, 1 millones en la campaña 2017/18, de 110,5 en la 2016/17, en la que logró la sexta plaza, y de 43,50 en la primera campaña tras el ascenso, la 2010/11. Esto quiere decir que el patrimonio humano de jugadores de la Real se ha multiplicado por 10 desde el ascenso.
Cada jugador vale 17,73 ‘kilos’
En esa primera campaña en Primera después del infierno en Segunda, el valor medio de cada jugador de la Real era 1,67 millones de euros. Ahora, cada uno de los 22 integrantes del plantel txuri urdin tiene una tasación media de 17,73 millones, más de lo que pagó la Real en 2015 por Illarramendi, el fichaje más caro de su historia.
Hay casos muy curiosos y paradigmáticos de la situación y del estado de felicidad que estaba declarado antes del de alarma por el maldito coronavirus. El precio que, siempre según los datos del portal especializado ‘Transfermarkt’, le otorgan a Álex
Remiro es de 15 millones, un 900% más de lo que costaba el verano pasado (1,5), tras pasar una campaña en blanco ante el Athletic. Es el segundo ascenso más importante en Primera, después del experimentado por Moncayola, de Osasuna, cuya tasación ha aumentado un 3000%, pero tomando como referencia el verano de 2018, un año antes.
El meta de Cascante ya es el undécimo portero mejor valorado de Primera, pese a que sólo lleva ocho meses en la categoría. Lejos quedan los Oblak (100), Ter
Stegen (90), Courtois (60) y compañía, está muy cerca de la clase media de Unai
Simón (20), Pacheco (18) o Soria (18).
Robin Le Normand cuadriplica su valor
A nadie extrañará que el segundo futbolista de la Real cuyo caché en el mercado más se ha disparado sea Robin
Le
Normand. De ser un sustituto de garantías todavía perteneciente a la plantilla del Sanse la pasada temporada ha pasado a ser uno de los centrales más solventes de todo el campeonato. Su coste casi se ha cuadriplicado. Los cuatro millones en los que le tasaron cuando empezó la temporada son ahora 15. Ojo, que, a sus 23 años, es un bombón en el mercado y su contrato expira en 2022. Su cláusula de rescisión es de 30 millones.
Por otra parte, hay dos futbolistas cuyo valor se ha triplicado en estos ocho meses de competición, porque han podido ofrecer lo mejor de su fútbol en la Real. Son Odegaard e Isak. Lástima que los derechos del noruego correspondan al Real Madrid porque en la Real ha conseguido elevar los 15 millones de euros en los que le valoraban hasta los 50.
El caso de Isak es casi más espectacular. La Real pagó 6,5 millones de euros más variables por él al Borussia Dortmund en un momento, junio del pasado año, en el que su valor de mercado era de ocho millones. Ahora le tasan en 25, pero la Real no le vendería nunca por esa cantidad, dado el nivel que ha demostrado.
Otro de los elementos más sólidos esta temporada es Mikel
Merino, que ya está valorado en 30 millones en el mercado, el doble que el pasado verano. No es raro que la Real esté volcada en tratar de ampliar su contrato, que expira en 2023, aumentándole la ficha y una cláusula de rescisión, de 45 millones y 50 en las dos últimas campañas, que se antoja exigua.
También hay jugadores que, lógicamente, han visto caer e incluso desplomarse su precio de mercado. Es el caso de Asier
Illarramendi, que baja de 25 a 18 millones de euros, a causa de su lesión. Es más extraño el caso de Nacho
Monreal, que pasa de ocho a cuatro millones a pesar de su excelente campaña.
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