La Federación Turca de Fútbol (TFF) de la mano de su presidente Nihat Özdemir y el ministro de Deportes, Mehmet Kasapoğlu han anunciado la suspensión del fútbol en Turquía debido a la expansión de la epidemia del coronavirus. Todo gracias a la persistencia y a la presión de numerosos jugadores de la liga turca durante estos últimos días para que se detuviera finalmente la actividad.
Turquía era el único país en Europa que aún se resistía, a pesar de contabilizar tres fallecidos y mas de 200 infectados. Sigue la senda de otras competiciones, ya que también se confirmaron en las últimas horas la suspensión en Rusia, Ucrania, Argentina y México. Sólo Australia persiste en no detener la pelota.
Sin embargo el anuncio de la suspensión en Turquía se hizo rogar e incluso el futbolista nigeriano John Obi Mikel decidió rescindir su contrato con el Trabzonspor para preservar su salud. El africano dijo en sus redes sociales que “en la vida hay cosas más importantes que el fútbol. No me siento cómodo y no quiero jugar al fútbol en estas condiciones”.
Otros futbolistas también clamaron el grito al cielo días antes de que se detuviera la actividad ya que los partidos seguían disputándose a puerta cerrada como el guardameta uruguayo del Galatasaray
Fernando Muslera apoyado por su entrenador Fatih Terim. “Tomaron la decisión de jugar a puerta cerrada. ¿Y nosotros, los jugadores, nuestras vidas no cuentan?” admitió indignado.
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