Los jugadores del Barça de basket ya saben que el club azulgrana podría pedirles en los próximos días una rebaja en sus fichas para poder manejar mejor el golpe económico que supone la crisis del coronavirus. De momento todo está abierto y no hay una decisión tomada, pero el Barça ha querido adelantarse y avisar a su primera plantilla de baloncesto.
La
junta directiva del pasado viernes se planteó la necesidad de recortar la masa salarial de la entidad, de la que la mayor parte procede de los salarios de los jugadores del primer equipo de fútbol, como principal medida para intentar superar la actual situación, que pone en cuestión la viabilidad del club azulgrana por el parón repentino en el flujo de ingresos. El Barça espera que su principal ahorro venga por la colaboración de los jugadores del conjunto de Quique Setién pero la idea es que esas rebajas se extiendan también a los primeros equipos de las diferentes secciones, empezado por el de baloncesto, el segundo con mejores fichas por detrás del fútbol.
El Barça sigue a la espera de adoptar una decisión definitiva pero ya ha avisado a los jugadores que es posible que se acaben tomando medidas. Los responsables de la sección de baloncesto así se lo han hecho saber al capitán Ante Tomic y el pívot croata ha transmitido el mensaje al resto de sus compañeros. Todos ellos han puesto sobre aviso a sus agentes, que a su vez han puesto a trabajar a sus asesores legales para conocer cuáles son sus opciones en cada uno de los posibles escenarios.
La herramienta que más clubs ACB van a utilizar para intentar limitar el daño económico por la paralización de competiciones a que ha llevado el coronavirus son los expedientes de regulación temporal de empleo, más conocidos como ERTEs. El estado de alarma decretado por el gobierno faculta a las empresas (o clubs) para adoptar esta medida por causas de fuerza mayor, lo que permite suspender los contratos hasta que se reanude la actividad. El gobierno, a diferencia de los ERTE anteriores al coronavirus, se hace cargo ahora de todas las cotizaciones sociales y el paro del trabajador, sin restarlo de la bolsa que tiene acumulada.
El Barça también tiene sobre la mesa la posibilidad de solicitar un ERTE, aunque todo apunta a que sí lo pone en marcha será para sus cientos de empleados pero no para sus jugadores. Con los deportistas profesionales la idea es llegar a acuerdos de rebaja de salario, en principio, tratando cada caso de forma individual. No es lo mismo el caso de Leo Messi que el de Ansu Fati, ni tampoco es igual el caso de Nikola Mirotic que el de Rolands Smits.
Está por ver que el gobierno acepte una solicitud de ERTE presentada por el FC Barcelona. La temporada no está cancelada y todavía existe la posibilidad de que se reanude y se acaben jugando todos los partidos del calendario, aunque sea obre el papel. Hace unos días ya se tumbó el ERTE solicitado por Burger King alegando que podía continuar su actividad a través del reparto a domicilio. Si el Barça no acredita de forma contundente que su actividad está paralizada y los recursos que ahora pierde no los podrá recuperar dentro de un tiempo, el ERTE podría ser rechazado.
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