Cinco días a la semana, durante una hora, el Beasain se reúne para desconectar de la rutina. La tecnología permite al equipo vagonero salir virtualmente del confinamiento, juntarse como equipo y trabajar. Mantenerse en forma, una obligación mientras las competiciones están en suspenso, es también la excusa para refrescar la mente.
“Muchos están en casa trabajando, o lo hacen fuera, pero hay otros que estudian o que debido a esta situación han parado de trabajar”, explica José
Luis
Ribera, técnico del equipo. “Salir de la rutina, tener contacto con los compañeros y hacer ejercicio durante una hora es algo importante y positivo”.
El entrenador vagonero detalla el sistema. “Empezamos la semana pasada. De lunes a viernes entrenamos juntos todos los días a través de ‘Skype’. La clave es hacer cosas para pasar una hora en equipo lo mejor posible. Nos juntamos los que podemos y hacemos un entrenamientos exprés, del que se encarga Unai
Zurutuza, el preparador físico. Hacemos tres sesiones de trabajo más intenso y dos de recuperación y trabajo de mantenimiento. Es una buena actividad porque nos vemos todos y la verdad es que además de trabajar, echamos unas risas. A nivel mental nos viene muy bien”.
Por si acaso
Además del plano moral, Ribera quiere mantener al equipo todo lo enchufado posible. “No sabemos lo que va a suceder pero ante la posibilidad de que en algún momento tengamos que volver a competir debemos estar preparados. No es lo mismo que trabajar en el campo pero intentamos activarnos y mantener un mínimo”.
Sin embargo, reanudar la Liga es una posibilidad que, a día de hoy, parece remota. “Tiene pinta de que irá para largo. Además, cuando acabe este estado de alarma supongo que el regreso a la actividad también será gradual, no de la noche a la mañana. Se oyen muchas cosas de posibles fechas para que vuelvan las principales ligas y supongo que lo que suceda en el resto también puede depender en parte de eso, pero en el caso de Tercera me parece complicado que, por ejemplo, se pueda jugar en junio o julio. Veremos qué es lo que sucede”.
Ribera trata de aprovechar el tiempo durante esta época de confinamiento. “Trabajo con ellos cuando estamos juntos a través de ‘Skype’ y luego, en lo relativo al fútbol, también aprovecho para dedicarme a cosas que el día a día de la temporada no te permite hacer con tanta profundidad: analizar rivales, cosas del equipo, ver partidos… Se trata de ir preparando cosas para cuando se reanude todo”.
Afortunadamente, en el equipo y el club todos están “bien de salud, que es lo prioritario. Desde ese punto de vista es tamos tranquilos. En cuanto a preocupación, lógicamente, la tenemos, como todo el mundo. Parece que todo sigue siendo bastante difícil y que no llegamos a esa curva que nos permita ver la luz al final del túnel. Esperamos que todo vaya mejorando”.
El Beasain ha llegado al parón en una situación tranquila, con siete puntos de colchón sobre el descenso. “La sensación es contradictoria”, reconoce Ribera. “En el aspecto colectivo, en cuanto a trabajo y juego, hemos hecho muchas cosas buenas. Pero no estamos contentos del todo porque no nos hemos llevado los resultados que queríamos. Puedes intentar jugar bien, dominar, peor la clave es traducir eso en resultados. Nos está costando hacer gol, generamos más de lo que marcamos y los rivales penalizan nuestros errores. Quizás en ese sentido el parón nos puede ayudar a encontrar soluciones a esos detalles que nos están faltando”.
Una falta de efectividad a la que se une la mala fortuna en cuestión de lesiones. “No hemos tenido suerte en ese sentido. Ha habido jugadores importantes, cinco o seis, que no han podido participar durante mucho tiempo o no han podido coger la forma. Eso hace que falte gente y también afecta a la competencia dentro del equipo. En el último partido antes del parón sí que tuvimos la opción de contar con casi todos. Si vuelve al competición esperamos llegar todos bien al final”.
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