Ugartetxe, pionero en el Athletic


Los días de vino y rosas que estaba viviendo el fútbol hasta el Covid-19, con el dinero de la televisión, no tienen nada que ver con las apreturas económicas que envolvían al deporte rey a principios de siglo. El Athletic trataba de superar en 2003 una honda crisis en nuestro futbol, con más de 1.600 millones de deuda de los clubes profesionales. Una auténtica vergüenza que se saldó sin apenas consecuencias, aunque al menos sirvió para establecer las bases del Fair Play financiero.



Tras la muerte de
Javier
Uría
,
Ugartetxe
se hizo cargo de la presidencia del club en unos momentos de inestabilidad. Le tocó trabajar a contracorriente para mantener a flote el club y salvaguardar los avales de aquella junta directiva. En aquella época no existían ‘huchas’ o ‘cajas de resistencia’, como creó la anterior junta e incrementó la actual. Una medida que, por cierto, le permite vivir con cierta tranquilidad estas semanas de incertidumbre.

El déficit estructural del club era tal que en 2002 desde Ibaigane se firmó un convenio de colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia por el que proporcionaba al club un total de 6 millones de euros en cuatro años a cambio de “la promoción turística exterior de Bizkaia”. La famosa hoja de roble en la ropa de entrenamiento. Una auténtica tabla de salvación.

Por supuesto se aumentó el importe de las cuotas a los socios, pero con eso solo no bastaba y hubo que tocar el bolsillo a los futbolistas para cuadrar los números. Ugartetxe se reunió con la plantilla y les explicó a los jugadores la delicada situación por la que atravesaba el club. Les solicitó reducir sus emolumentos de forma voluntaria en un 15% aproximadamente, algo que finalmente aceptaron por el bien de todos.

Ahora, otros dirigentes, como
Bartomeu
, quieren apuntarse al carro de Ugartetxe. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar.


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