Entre la resignación y la esperanza ante el coronavirus

Aitor Larrazabal está viviendo un año un tanto duro, ya no solo por la plaga del coronavirus. Hace unas semanas ha dejado de ser entrenador del Salamanca y ahora le está tocando sobrellevar un confinamiento siempre molesto. “Lo llevo con un poco de resignación, el hecho de que te obliguen a quedarte en casa y no poder salir, no poder ver a los tuyos, no poder ver a mis hijos, es fastidioso”, empieza diciendo.



“De momento es una situación de aburrimiento, puedes ver muchas horas de fútbol, puedes hacer muchas cosas, hacer algo de gimnasia, pero son horas también para darle al coco y para pensar en todo lo que está pasando. Hay muchos momentos en los que te resignas”, asume Larrazabal, quien añade que ha aprovechado para mejorar sus cualidades culinarias.

Lo llevo con un poco de resignación, el hecho de que te obliguen a quedarte en casa y no poder salir, no poder ver a los tuyos, no poder ver a mis hijos, es fastidioso

A pesar de que la situación invita a estar bajo de animación o agobiarse, hay tiempo para dedicarse al deporte. “La parte del ático que está diáfano está preparado para core, para hacer alguna sesión de pilates. Son cosas que te mantienen activo y que te dan la posibilidad de sentirte mejor”, explica con un cierto tono de nostalgia. “Añoras otras épocas, ves partidos de otras épocas, de otras categorías…”, desvela.

Quizá alguno de esos partidos tengan como protagonista a su hijo, que ha está dando ‘guerra’ como león en la presente campaña. “Gaizka tiene la posibilidad de tener jardín en su casa de Loiu, tiene bicicleta”, dice.

Salamanca

En otro orden de cosas, Larrazabal hace una valoración de su estancia en Salamanca, donde no pudo reconducir los pasos del conjunto charro. “Parecía que podía ser una temporada ilusionante, sin embargo apuré las opciones hasta el último momento, no se concretó nada y tuve que empezar la temporada viendo partidos sin hacer lo que me gusta: no ha sido como esperábamos”, lamenta.

Y es que en aquellas latitudes comprobó que la empresa a abordar tenía una dificultad añadida. “El Salamanca es un club complicado y lo he podido vivir de primera mano. Ha sido poco tiempo, intenso. He dejado algún amigo también y me quedo sobre todo con la gente, con el público, porque ha tenido la capacidad de ver que ha sido una temporada difícil”, repasa Larrazabal con un cierto pesar.

JABO IRURETA

El exjugador y exentrenador del Athletic ha aprovechado para darse a la lectura entre otras cosas. “Estamos la mujer y yo solos en casa y los hijos están muy, muy cerquita. Leo un libro de Magallanes sobre la vuelta al mundo, también el libro de Andoni Goikoetxea, en el que participo un poco y un libro que se llama más o menos ‘El miedo del portero al penalti’”, revela Irureta.

Hay días que te pones a pensar: ¿cómo siendo tan pequeño puede afectar a tantos miles de personas? ¡Pero cómo es esto!

Por supuesto, algo de deporte no puede faltar ni echar una mirada al pasado, sobre todo si se trata de uno de sus exequipos. “También hago algún ejercicio en casa. Veo bastante la televisión. El otro día me avisaron de que daban en Teledeporte la final de la Copa del Rey de 2002”, explica en referencia al ‘centenariazo’ con el que el Depor le hizo la pascua al Real Madrid en el Santiago Bernabéu .

Irureta posa con Valverde en un acto por el centenario del Sestao River
Irureta posa con Valverde en un acto por el centenario del Sestao River

Asimismo, explota otra tarea habitualmente incómoda pero para él relajante o algo parecido. “Hago también la cama, porque de chaval lo hacía, también en la mili. Como Mandela, que cuando fue presidente del país también se la hacía estando en los hoteles. Me entretengo”, revela.

Increíble

Pero después de los entretenimientos, la reflexión debe estar presente, sobre todo cuando llega el momento de acostarse repesando una situación tan anómala. “Hay días que te pones a pensar: ¿cómo siendo tan pequeño puede afectar a tantos miles de personas? ¡Pero cómo es esto! Hay momentos cuando reflexionas en la cama y piensas que hay que cuidarse, y las recomendaciones que nos den, llevarlas a rajatabla y pensar que hay que atacar rápidamente porque si no va a ser muy duro para todos”, aconseja el irundarra.

“Cuando estaba en Salamanca me dijeron si estaba dispuesto a ir al futbol de India”, desvela Larrazabal. “No fue una oferta, fue un interés por si estaba en disposición de ir”, matiza. “Con toda esta historia tampoco hemos podido saber si hubiera podido salir adelante. Fue a la semana de salir de Salamanca, más o menos. Me sondearon. Si hubiera fraguado, no sé si me hubiera dado tiempo para ir. Fue todo bastante rápido”, amplía Larrazabal.




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