La crisis de la Covid-19 no sólo va a afectar al desarrollo del actual curso, sino que también alterará el diseño del siguiente. Con la incertidumbre de no saber cómo ni cuando volverá a echar a rodar el balón, los equipos tratan de planificar, en la medida de lo posible, la próxima campaña. Todo apunta a que, debido a los problemas económicos que van a surgir, el próximo mercado de fichajes irá a la baja. En él, el Alavés saldrá con la prioridad de volver a encontrar un referente ofensivo en banda.
En la actual temporada, el equipo ha perdido mordiente en una de sus señas de identidad de anteriores ejercicios, la aportación en ataque desde las bandas. Esa fue la principal cualidad del equipo que, con Mauricio
Pellegrino en el banquillo, logró en la temporada 16-17 55 puntos, la que hasta la fecha ha sido la mejor puntuación albiazul en liga en esta etapa moderna en Primera. Tras el bache vivido con Luis
Zubeldía y Gianni
de
Biasi en el banquillo, Abelardo recuperó este sello de identidad durante la temporada y media en la que fue el entrenador.
Ahora, Asier
Garitano, debido a la diferente composición de su plantilla, ha salido adelante con distintas variantes. El juego de ataque se concentra en la inspiración conjunta del dúo Lucas
Pérez y Joselu, con Aleix
Vidal como principal lugarteniente a la espera de la aportación que pueda realizar el recién llegado Edgar
Méndez. Mientras, Luis
Rioja, Oliver
Burke y Borja
Sáinz continúan completando su adaptación a la Primera
División española.
Un once definido
Por calidad, minutos jugados y números, Aleix
Vidal es claramente el complemento más incisivo de la letal delantera gallega albiazul. Es el cuarto futbolista más utilizado por Asier
Garitano, el tercer goleador del equipo y el mejor asistente junto a Lucas
Pérez. Además, su paso adelante es uno de los factores clave en la notable mejoría albiazul en la segunda vuelta.
Diez de los doce hombres más utilizados por Asier Garitano tienen contrato en vigor para la próxima temporada
Sin embargo, su futuro parece estar lejos de Mendizorrotza en el próximo curso. Aunque el propio jugador no cierra la puerta a seguir como albiazul, su actual contrato en el Sevilla, club que posee sus derechos, está muy lejos de las posibilidades económicas albiazules. Y más ahora, cuando la mayoría de los clubes tratará de fichar más barato y los jugadores se aferrarán por ello a lo que ya tienen rubricado. Con 30 años, su vínculo con la entidad hispalense concluye en 2022, es decir, lo que resta del actual curso y dos más.
Al menos, el Alavés va a tener una base sólida sobre la que trabajar a la hora de diseñar la próxima plantilla. Con la recuperación de Tomás
Pina y la llegada de Edgar
Méndez, tiene un once titular bastante definido al margen de las modificaciones que Sergio
Fernández desee implantar. De hecho, diez de los doce hombres más utilizados por el técnico de Bergara tienen contrato en vigor para la próxima campaña. Sólo el capitán Manu y el citado Aleix
Vidal concluyen su vínculo al término del presente ejercicio.
Jony, Ibai y Edgar
Al Alavés le falta en esta campaña un elemento que marque la diferencia pegado a la cal. En las tres anteriores de su actual etapa en LaLiga, siempre contó con un futbolista referente en banda. En la 16-17, fueron Ibai
Gómez y Edgar
Méndez los más incisivos. El de Santutxu aportó 7 goles y 3 asistencias y el de Arafo 8 tantos y 1 pase de gol.
El Alavés ha contado con jugadores importantes de banda durante las últimas campañas
En el siguiente ejercicio, ya con Abelardo, el equipo volvió a encontrar el equilibrio. El vasco mejoró sus números al pasar al costado diestro con 7 dianas y 6 asistencias y Alfonso
Pedraza, cedido por el Villarreal, aportó 4 y 5 como referente desde la banda izquierda.
En la pasada, la 18-19, Ibai
Gómez siguió siendo un líder en los 18 duelos que jugó hasta que regresó al Athletic. Firmó 3 tantos y 4 asistencias y encontró en Jony
Rodríguez, discípulo aventajado y fichaje estrella del técnico asturiano, que realizó un curso de ensueño con 4 tantos y 11 asistencias. Precisamente, la salida del vasco fue una de las claves del bajón babazorro durante la segunda vuelta, ya que Takashi
Inui no fue capaz de suplirle con garantías y el equipo perdió su letal equilibrio desde las bandas.
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