El miedo se apodera del fútbol sueco


Se suponía que este sábado marcaría el comienzo de una nueva temporada en el fútbol sueco, alimentada por la perspectiva de grandes ingresos por un nuevo acuerdo de televisión nacional y las expectativas de otra ajustada carrera por el título para igualar el dramático final del año pasado. Sin embargo, la crisis del coronavirus ha trastocado todos los planes.



La fecha para reanudar la liga en Suecia a principios de junio ahora se ve como demasiado optimista por muchos ya que la cancelación temporada del campeonato ha llegado a algunos clubes a temer por una posible quiebra.

Los equipos de la liga de Suecia empiezan vislumbrar un panorama de lo más sombrío. El presidente del Helsingborg, Krioster Azelius, dijo que “los efectos del coronavirus nos han golpeado tanto que tememos por nuestra existencia futura”.

Si bien se ha desatado un gran debate en Inglaterra sobre la medida en que los jugadores deberían renunciar a parte de sus salarios durante la pandemia, muchos de sus homólogos suecos con salarios bastante más bajos ya han sufrido recortes en sus sueldos. “Es una situación muy preocupunte”, dijo Kevin Walker, centrocampista del Djurgardens, el vigente campeón. “El fútbol sueco estaba en alza y solo espero que tan pronto como pase la tormenta, podamos volver a empezar ”.

Walker aseguró que el Djurgardens está preparado financieramente para resistir ante esta crisis, debido a la conquista del título del año pasado. Se suponía que este equipo, campeón nacional por primera vez desde 2005 después de vencer a Malmö y Hammarby por el título en una emocionante ronda final en noviembre, competiría en las rondas de clasificación de la Champions este verano para tener la oportunidad de alcanzar la glamourosa y lucrativa fase de grupos. Ahora hay incertidumbre sobre cuándo tendrán lugar esos partidos.

Para los rivales de Djurgarden, el impacto económico es muy grande. Los jugadores y entrenadores de Elfsborg han tenido que aceptar recortes salariales. AIK Solna, IFK Göteborg, Ötersunds, Örebro, Häcken, Kalmar e IFK Norrköping han implementado vacaciones a corto plazo, mientras que el Malmö ha despedido al personal.


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