Atotxa fue testigo, durante su larga vida, de innumerables sucesos. El repertorio de su memoria admite toda clase de historias y, por supuesto, nombres propios. En el viejo campo jugaron infinidad de legendarios artistas, no sólo los campeones de la Real. También visitantes. Uno de ellos, Mario Alberto Kempes, icono del Valencia entre 1976 y 1983.
El delantero argentino, una de las referencias de la época en el fútbol español, no se olvida de uno de sus viajes a Donostia con el Valencia. Kempes tiró de sentido del humor en ‘El Larguero’ de la Cadena SER para dar cuenta de la grandeza de aquella Real. Un relato que, de la misma forma, agiganta la figura de Jesús Mari Zamora, comúnmente concebido como uno de los mejores futbolistas en la historia txuri urdin.
Kempes cuenta que “fuimos a Atotxa a jugar con el Valencia y el entrenador nos dijo que le teníamos que marcar a Zamora. Todos nos quedamos callados”, explica. Tras un instante de pausa, admitió que “era una Real que te pasaba por encima aunque hicieras uno o dos marcajes individuales”. Hubo un voluntario en el vestuario valenciano: “Sale Ricardo
Arias y dice: ‘Profe, yo me encargo, no se preocupe’. ¿Saben cuál es su apodo hasta el día de hoy? Zamora”, desvela un Kempes que provocó la carcajada de la tertulia radiofónica. “Le dio un ‘baile’ de esos sin música, pero ‘baile’, ‘baile’”, enfatiza el argentino, antes de descubrir entre risas que “no le tengo como Ricardo
Arias en el móvil, sino como Zamora”.
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