“Un día casi parto una báscula en la cabeza a Jesús Gil”


José Luis Villarreal es un centrocampista argentino de mucha clase que pasó por el Atlético de Madrid
en la temporada 92/93. Sólo estuvo unos meses como rojiblanco, en un curso además convulso, pero tiempo más que suficiente para que recuerde su estancia en la capital de España. Sobre todo, por la relación que mantuvo con el entonces presidente y siempre polémico
Jesús Gil y Gil.



En una entrevista con Infobae, Villarreal recuerda su llegada al Vicente Calderón, procedente de Boca Juniors, y cómo fue esa corta pero intensa etapa de su carrera profesional: “Mi experiencia en el Atlético no fue buena. Gil y Gil era muy complicado. Me acuerdo que el Flaco Menotti me invitó a cenar en Madrid y a mí se me caían las babas. Me dijo “mirá Villita, llegaste a un club muy paticular. Yo fui el primer técnico argentino al que echó Gil y Gil. Mi consejo es que tires caños, sombreros y hagas lo que a vos te gusta. Divertite porque si te va mal lo peor que te puede pasar es volver a Boca. Y todos quieren jugar en Boca y River. Morí con la tuya”.

Villarreal también habla de los encontronazos que tuvo con Jesús Gil: “Era una invitación a la pelea, una provocación permanente. Mi experiencia no fue buena en general. A mí me llevó el Pato Pastoriza y de un día para el otro el presidente lo echó. Ahí me imaginé que la próxima víctima iba a ser yo. Un día en el vestuario casi le parto una báscula en la cabeza porque me había faltado el respeto”, señala. Y añade: “Habíamos perdido 2-1 en cancha de Albacete y entró con tres guardaespaldas al vestuario gritando: “Me cago en la hostia, me cago en Dios. Pero qué jugadores de mierda tengo”. Todo el mundo se quedaba callado pero yo no le tenía miedo. Me enojé y agarré una balanza para pelearme. Él ya me había atacado después de un partido y un periodista de la Cadena Ser de España le pidió si podía increparme otra vez porque tenía el micrófono apagado y quería la pelea en vivo. Él aceptó sin dudarlo, se me vino encima y yo le di la espalda. Le gustaba el show. Él fue el mismo que dijo que el Tren Valencia era un negro de mierda. Decía que había jugadores que habíamos ido a bailar la samba”.

Su salida del Atlético

Por eso, su salida del Atlético estaba cantada. “Mi último partido fue con el Rayo Vallecano en el Vicente Calderón. Pastoriza ya estaba afuera del club y pusieron al cordobés Cacho Heredia. Antes de jugar le pedí que me pusiera de 5 porque ahí le iba a rendir más. Yo sabía que el presidente decidía todo. Cacho me dijo que me quedara tranquilo que me iba a poner en el medio. Al otro día da la charla técnica: Villarreal de ‘8’ y Schuster de ‘5’. Pensé ¿lo mando a la mierda ahora o después del partido? Lo hice en el entretiempo. Me saqué la camiseta y se la tiré. Después di una entrevista en Argentina y tiré mierda para todos lados, declaré que Gil y Gil se quería llevar el mundo por delante por el hecho de tener dinero. La nota se publicó justo después de que yo hiciera las pases con él. Ahí me dijo que quería que cumpliera el contrato. Pero cuando faxearon la entrevista a Madrid… Gil y Gil gritaba “que devuelva el coche que le hemos dado, que no le quiero ver más”. Y yo también le contesté: “andate a la mierda gordo hijo de puta”. Tuve una conversación para ir al Tenerife porque Redondo se iba al Real Madrid pero fue tan mala la experiencia que me quería volver a Buenos Aires”.


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