A muy pocas horas de que contacten directamente y puedan hablarse el uno al otro, Ortega Cano celebra el concurso que está realizando su mujer, Ana María Aldón. Esta noche está previsto que hablen por teléfono después de 60 días sin comunicación alguna. Será después de todo lo que la sanluqueña ha desvelado sobre su marido, sobre su matrimonio, con detalles sobre su intimidad, y de ocho semanas en las que Ana María ha apostado por ella misma, dejando que Rocío Flores, se defienda sola, pese a que se esperaba fuese su máximo apoyo en la isla.
Ortega sabía que su mujer iba a mostrarse tal como es y está “encantado” con el concurso que hasta ahora está llevando Ana María. Lejos de lo que algunos pudieran esperar, tras las afirmaciones, decisiones y comportamiento de Aldón en el reality más extremo, que en estos días de confinamiento muchos ven como una liberación o máximo entretenimiento, a través de las pantallas de sus casas, Ortega Cano encuentra que su mujer “está haciéndolo muy bien”, según confirman a Look desde su entorno.
Varias de las personas con las que este digital ha contactado coinciden en que, quizá, los detalles sobre sus encuentros íntimos que Yiya – la concursante más aguerrida, nominada disciplinariamente por sus desafortunados comentarios sobre Rocío Flores – le consiguió sacar, es un asunto más controvertido, “pero como le dejan bien” es muy probable que no le hayan molestado. Aldón confiesa sentirse y ser muy feliz en todos los aspectos de su vida con Ortega Cano. Lógico es el enfado de Gloria Camila quien, como hija del maestro, se sintiera ofendida por lo que entiende una falta de respeto hacia su padre. Ella, que se ofreció como defensora de Ana María Aldón para apoyarla en los platós, tuvo que cuestionarla al desvelar aspectos íntimos de su padre y con ello alimentar la mala intención de la concursante de la peluca rizada. “Se ve que Ana María está orgullosa de su relación, pero no me gustan las formas en las que Yiya se refiere a mi padre. Mi padre no es un chaval, es un señor de arriba abajo y debería referirse a él con más respeto”.
Los Aldón, sus dos hermanas, principalmente, aplauden cómo lleva el concurso la menor de la familia. Coincido con el corporativismo fraternal de estas mujeres que han sufrido una infancia y adolescencia especialmente dura y no por las estrecheces y los duros trabajos en el campo, que siempre les han ayudado a sobrevivir, según me cuentan en Sanlúcar, sino por la crudeza de ver a una madre que aguantaba y callaba los golpes que la vida le asestaba en su propia casa. En esos tiempos no se denunciaba. La mujer se curaba, lo soportaba hasta que llegaba a acostumbrarse. Así de triste, de injusto y de terrible. Ana María lleva mucho pasado.
Ana María Aldón es, en mi opinión, el personaje revelación de esta edición extrema de Supervivientes. Nunca dio que hablar más de la cuenta; lo justo. Se acopló al clan Jurado al llegar a la vida de Ortega en 2012 y quedar embarazada tras varias semanas de relación con el maestro. Siempre ha estado a su lado, en lo bueno y en lo malo, y ahora le ha llegado su momento, como a Rosa Benito, su concuñada, quien en la isla vivió una catarsis que cambió su vida para siempre en 2011. El primero que salió despedido fue su marido, Amador Mohedano, tras un largo matrimonio de más de 30 años. Luego se reinventó, y tras pasarlo más que regular, ha salido adelante. Me aseguran que Ana María sí está enamorada de Ortega y que él, después de no tenerlo muy claro, ve en su mujer a una buena concursante que lo está haciendo como debe, atreviéndose y mostrándose como es.
A un reality se va a ganar y es el objetivo de esta sanluqueña de 42 años que, según me aseguran, tiene a Ortega (66) encandilado. Puede resultar contradictorio que fuera el propio Ortega quien pidiera a Yiya, en la conversación telefónica que mantuvieron el pasado martes, que transmitiera un mensaje a su mujer para que estuviera más por Rocío Flores, que se implicara y se acercara más de lo que estaba haciendo a la nieta de Rocío Jurado, su primera esposa: “quiero verte al lado de Rocío, a poder ser, antes de que termine el concurso”. Con los suyos opina que, la verdad, “su” Ana María lo está haciendo muy bien.