Nace inusual cría de cebra y burro: marrón pero con las patas rayadas


NAIROBI – Un bebé cría de una cebra y un burro, una mezcla atípica con el cuerpo grisáceo-rojizo y las patas rayadas, ha nacido en una reserva nacional de Kenia, las Chyulu Hills, en el sureste de país, según reportaron este domingo medios locales.

“Un ‘zonkey’ (mezcla de las palabras inglesas zebra -cebra- y donkey -burro-) es un híbrido muy inusual entre una cebra y un burro”, explicó la organización Sheldrick Wildlife Trust (SWT), que hacía seguimiento del caso.

La madre, una cebra, invadió el año pasado un coto privado y se habituó a vivir con animales domésticos y de pastoreo hasta que los medios locales se hicieron eco de la noticia, y el Servicio de Conservación de la Fauna de Kenia (KWS) y la SWT decidieron trasladarla al parque nacional de Chyulu.

Los equipos siguieron monitoreando su adaptación al medio, cuando se dieron cuenta de que estaba embarazada y que el potro al que había dado a luz era atípico.

“Mientras los potros de cebra nacen con rayas blancas y marrones que acaban volviéndose negras, este pequeño tenía sospechosamente pocas rayas y un color abrumandamente rojo”, explica la SWT en un comunicado.

Al principio, pensaron que era por revolcarse en el barro, hasta que se dieron cuenta de que la cebra había dado a luz a un “zonkey”, cuyo padre -un burro- debió dejarla embarazada durante su tiempo viviendo con los animales de pastoreo y domésticos.

Y las autoridades dicen que ya es la cuarta persona que denuncia algo similar con la misma cebra en Seymour, Tennessee.

El pequeño y la mamá se encuentran bien y en buena salud, y el híbrido de burro y cebra podrá vivir una vida normal, aunque, como las mulas, será estéril.

No es la primera vez que los medios locales se hacen eco del nacimiento o avistamiento de especies atípicas en Kenia, ya que, cada cierto tiempo, las redes se llenan de comentarios de sorpresa con fotos de una cebra dorada, otra sin rayas o jirafas blancas.

De hecho, cazadores furtivos mataron el mes pasado a la única jirafa blanca de Kenia y a su cría, cuya singularidad causó sensación a nivel mundial cuando fueron vistas por primera vez en 2017.




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