Nueva York.- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) vivió este martes otra jornada turbulenta porque aunque los contratos de mayo se recuperaron del nivel negativo en su última jornada (y llegaron a los $10), los contratos de junio, con mucho mayor volumen de contratación, registraron un notable descenso del precio del barril del 43%, debido al recorte de la demanda provocado por la pandemia de COVID-19 y las dificultades de almacenamiento.
Todo este panorama arrastró las acciones en Wall Street cuyos principales índices cayeron. Tal es el descalabro que el presidente Donald Trump prometió a ayudar a la industria petrolera con un paquete de ayuda y “que los empleos sean asegurados a largo plazo”.
En la tarde del martes los contratos futuros del WTI para entrega en junio, el nuevo mes de referencia, el crudo retrocedieron hasta los $11.57, su peor dato en 21 años, ahondando así en la tendencia bajista de las negociaciones tras los peores registros de la historia de ayer para el crudo de referencia en Estados Unidos. En un momento del martes el precio llegó a caer hasta los $6.50.
Los futuros del petróleo experimentaron así otro día negro este martes, ya que el contrato más activo de junio para el índice de referencia de los EE.UU. cayó como no lo había hecho en 21 años, después de que el contrato de mayo hiciese historia ayer al establecerse en territorio negativo por primera vez, por un exceso de petróleo y menos lugares para almacenar la mercancía.
Mientras tanto, el crudo Brent cayó cercano a los $18 por primera vez en aproximadamente 18 años cuando el petróleo de grado internacional sucumbió a la fuerte presión de venta. En la tarde llegó a los $19.5 el barril, con una caída de más de 23%. El precio más bajo de la jornada fue $17.51.
El crudo WTI para entrega en mayo redujo pérdidas y se cotizaba en valores positivos tras una impresionante disminución el lunes del 305% que colocó el contrato en negativo de – 37.63 dólares por barril.
Las razones del desplome
La travesía hacia territorio negativo significa efectivamente que los productores de crudo deben pagar a los compradores para que les quiten el petróleo debido a la escasez de lugares para almacenar el producto.
“Cuando el petróleo se convierte en un activo de rendimiento negativo, es una señal de que el desequilibrio entre la oferta y la demanda ha alcanzado un aumento tan grande que los productores están perdiendo dinero para sacar el petróleo de sus libros”, dijo Marios Hadjikyriacos, analista de inversiones de XM en una nota de investigación diaria.
La disminución épica de los precios del crudo se produce incluso después de que un grupo de grandes productores, incluida la Organización de Países Exportadores de Petróleo y Rusia, un grupo conocido colectivamente como OPEP +, la semana pasada llegase a un acuerdo histórico para reducir la producción diaria entre los productores de petróleo en alrededor de 10 millones de barriles
El pacto tenía la intención de poner fin a una guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, que había estallado justo cuando se esperaba que la demanda de petróleo cayera en medio del brote de COVID-19. La pandemia ha provocado el cierre mundial de negocios y viajes, dañando gravemente la demanda de petróleo.
“La combinación de dos cisnes negros, a saber, la trágica propagación del coronavirus y el acuerdo perdido entre la OPEP + ha sido el detonante de este dramático colapso”, escribió Carlo Alberto De Casa, analista jefe de ActivTrades en un informe de investigación del martes.
Los analistas estimaron que el acuerdo de la OPEP +, que incluía acuerdos para reducir la producción diaria de los no miembros, incluidos Noruega y los EE. UU., no era suficiente para absorber el exceso de petróleo y compensar el impacto de la demanda ejercida por el virus.
“El acuerdo simplemente no fue suficiente ya que los analistas estimaron una caída en el lado de la demanda de cerca de 30 millones de barriles por día, tres veces el corte alcanzado por la OPEP +”, escribió De Casa.
El estado desequilibrado del mercado energético ha alentado a los productores a almacenar petróleo con la esperanza de que los precios se recuperen, pero las expectativas de valores más altos en el futuro solo han exacerbado nuevas caídas.
El lunes, durante una sesión informativa diaria sobre la respuesta de Estados Unidos a la pandemia, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos está “buscando” agregar hasta 75 millones de barriles de petróleo a la Reserva Estratégica de Petróleo.
El presidente dijo que estaba considerando la medida “basada en el bajo precio récord del petróleo”. El martes vencen los contratos de futuros para mayo de barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), de referencia mundial junto al Brent. Esto significa que aquel que tenga uno de esos contratos ( que se cotizan en la Bolsa Mercantil de Nueva York -NYMEX) debe comprometerse a recoger 1,000 de esos barriles de los depósitos ubicados en Cushing, Oklahoma, pero el problema parece ya obvio ¿Qué hace con ellos?.
Cushing, donde se realizan las entregas de contratos de futuros de crudo en EE.UU., tiene una capacidad para 80 millones de barriles, pero según la consultora Rystad Energy, solo queda espacio para 21 millones de barriles, equivalente a dos días de producción estadounidense.
Wall Street pierde 1,200 puntos en dos días
Por su parte Wall Street volvió a caer este martes y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, bajó un 2.67 % arrastrado por el histórico desplome en los precios del petróleo en EE.UU. a consecuencia de la pandemia de COVID-19.
Al término de las operaciones en la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones recortó 631.56 puntos y se situó en 23,018.88 enteros, lastrado principalmente por las grandes corporativas Merck (-5.45 %), Boeing (-5.11 %), Intel (-4.77 %), Cisco (-4.78) y Microsoft (-4.14 %).
El selectivo S&P 500 descendió un 3.07 % u 86.60 puntos, hasta 2,736.56 enteros; y el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a las tecnológicas más importantes, retrocedió un 3.48 % o 297.50 puntos, hasta 8,263.23 enteros.
El parqué neoyorquino siguió con preocupación las ventas masivas en el mercado del petróleo, que hacen temer a los inversores un daño económico más agudo de lo previsto inicialmente a causa de los cierres en la economía por el coronavirus.
“No es la primera vez que los mercados de valores han sido perjudicados por la caída en los precios del petróleo. Cuando se estaba revirtiendo la aversión al riesgo y recuperando el flujo hacia los altos rendimientos y los valores, otro brote de aversión al riesgo ha perjudicado de nuevo la confianza”, dijeron en una nota los analistas de la firma Jefferies.
Los inversores prestaron atención a un mensaje del presidente Donald Trump, que ha instruido a los secretarios de Energía y del Tesoro que formulen un plan para facilitar fondos a las empresas energéticas y así “asegurar los empleos”.
Por otra parte, los operadores apostaron por vender sus acciones de las grandes tecnológicas Alphabet (-3.97 %) y Facebook (-4.17 %) después de que algunas firmas de Wall Street rebajaran sus objetivos de precio advirtieran de la debilidad de sus ventas publicitarias por internet.
También castigaron los resultados de IBM (-3.03 %), cuya facturación descendió en el primer trimestre del año a causa de la pandemia y por ese motivo ha retirado sus previsiones para el conjunto del ejercicio.
Por sectores, el tecnológico tuvo las mayores pérdidas, del 4.1 %, seguido por el financiero, del 3.2 %, y de las comunicaciones, 3.18 %. En otros mercados, el oro cedió a 1,699 dólares la onza, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años bajó al 0.56 % y el dólar avanzó ante el euro, con un cambio de 1,0856.