El Athletic se sitúa ante una gran encrucijada


¿Jugar la final de Copa a puerta cerrada y pelear por una posible plaza europea muy suculenta o esperar a disputarla con público y que vaya el séptimo de la Liga? Todo un dilema entre el color del dinero y la pasión del aficionado al que tendrán que hacer frente el Athletic y la Real Sociedad, según lo que se desprende de la reunión del Comité Ejecutivo de UEFA celebrada el pasado jueves. Los donostiarras son cuartos y tendrían muy encaminado su billete a falta de once jornadas, mientras que los bilbaínos están más lejos de la pomada. A ocho puntos de la sexta posición (Atlético) y a cinco de la séptima (Valencia).



Ibaigane, eso sí, lo tiene claro. La final se jugará con público sí o sí. Las declaraciones públicas de los futbolistas de ambos bandos van por el mismo camino y las de la Federación, también. Las altas esferas del fútbol llevan dibujando todos los escenarios posibles para resolver las competiciones desde hace un mes y medio. Aunque dependerá de las autoridades sanitarias. Si todo se acaba a puerta cerrada no habría problemas. Pero si no es posible, aparecen muchas incógnitas por despejar: campeones, descensos y, lo que atañe al Athletic, las plazas europeas.

Athletic, Real Sociedad y Federación Española se han pronunciado públicamente a favor de esperar a jugar la final con público

La Federación Española elaboró su hoja de ruta de cara a los billetes continentales si es que las competiciones no finalizan. Tanto si concluyen en el punto actual como si se reanudan y no pueden terminar. Los cuatro primeros de la clasificación irían a la Champions; el quinto y el sexto disputarían la Europa League y la plaza restante para el segundo torneo europeo saldría de la Copa.

Con tres supuestos. Si los dos finalistas se encontrasen entre los seis primeros en Liga, iría el séptimo. Si ambos estuvieran fuera de esa zona, el puesto para la Europa League le correspondería al que estuviera más arriba en la tabla. Y si uno de los finalistas figurase entre los seis primeros, pero el otro no, iría este último. Que es el caso en el que nos encontramos y por el que el Athletic jugaría en Europa la próxima temporada si el balón no volviera a rodar.

Cabe recordar que la séptima posición liguera solo tiene premio si el campeón de la Copa del Rey acaba entre los seis primeros en la Liga. Algo que de momento no se ha producido, con lo que es imposible alcanzar este supuesto.

El Comité Técnico de UEFA instó a las “Federaciones y Ligas a explorar todas las opciones posibles” para poner punto final a las competiciones nacionales y en el caso de que no se pudiera con su sistema original, abrió la posibilidad de que finiquitaran con un “formato distinto”. También apuntó que solo existen “dos razones legítimas para poner fin prematuramente a las competiciones”. Por una orden gubernamental, como sucede en Holanda, o por problemas económicos insuperables.

Si esto sucediera, UEFA requerirá a las federaciones correspondientes la relación de clubes que disputen la próxima edición de la Champions y de la Europa League. Siempre en función de los méritos deportivos contraídos en la temporada 2019-20, con lo que se descarta la opción de recurrir al ranking UEFA de los últimos cinco cursos. Algo que también beneficiaba al Athletic. El organismo, eso sí, deja claro que este proceso de selección “debe basarse en principios objetivos, transparentes y no discriminatorios”.

Otorga libertad a que cada federación establezca sus criterios. Aunque la última palabra le corresponderá a la UEFA, quien “se reserva el derecho de rechazar o evaluar la admisión de cualquier equipo propuesto por una Federación en una competición nacional terminada prematuramente”. Incluso esgrime como un posible motivo la existencia de “una percepción pública de injusticia en la clasificación del equipo”.

Si las competiciones no pueden terminar, la RFEF decidirá qué equipos van a Europa, aunque la UEFA ejercerá de supervisor y tendrá la última palabra

Aquí aparece el conflicto a pesar de que ni Federación Española ni UEFA hablen de clubes concretos. Si la Liga termina, aunque sea a puerta cerrada, y la final de Copa se retrasa voluntariamente por acuerdo de las partes hasta que pueda jugarse con público; el organismo europeo no lo contemplaría como una “razón legítima” para dar por finalizada una competición antes de tiempo. Con lo que el séptimo tendría casi con total seguridad un billete para Europa.

Athletic y Real apostaron por disputar la final de Copa con público, al igual que la RFEF, sin embargo esperar hasta 2021 pondría en riesgo su clasificación continental. Un dinero importante, sobre todo en un escenario de pérdidas como el actual. Ambos clubes se pueden ver entre la espada y la pared. Una gran encrucijada a la que deberán poner respuesta más pronto que tarde.


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