Zeballos: "Tengo muchísimas ganas de cumplir el sueño de debutar en España"


El joven delantero charrúa Joaquín Zeballos (Rocha, Uruguay; 1996) cumplió el sueño de dar el salto al balompié europeo a principios de marzo de la mano del Girona FC de la Segunda División española, pero el coronavirus ha obligado a aplazar su debut con el cuadro catalán, en el que su destino se ha unido al de Cristhian Stuani.



“Espero que toda esto situación se solucione pronto. Para que todos podamos volver, así, a hacer lo que nos gusta. Espero que pronto podamos volver a cruzarnos por la calle. Por los estadios. Tengo muchísimas ganas de hacer realidad mi sueño de debutar en el fútbol español”, afirma un Zeballos desde el piso en el centro de Girona en el que se instaló apenas dos días antes de que el gobierno español decretara el confinamiento.

De hecho, el nuevo ‘9’ del Girona, que fue presentado como nuevo jugador del cuadro del Estadi Municipal de Montilivi el 10 de marzo, tan solo pudo entrenarse cuatro veces a las órdenes de Josep Lluís Martí antes de que se suspendiera la competición.

Ahora sigue ejercitándose en casa, “siguiendo las pautas físicas y de alimentación y los entrenos que nos envían desde el club estrictamente”, aunque, según matiza, “se echa muchísimo menos la pelota”.

“Los futbolistas estamos acostumbrados a estar en el vestuario. En la cancha. A compartir el día a día con el resto de compañeros. Se extraña muchísimo no poder estar en la cancha, con la pelota. Tengo una aquí, en el piso, y algún vecino ya debe estar odiándome porque me paso todo el día jugando contra la pared. Espero que lo comprendan”, bromea el atacante suramericano, que aprovecha estos días para ver series como ‘Vivir sin permiso’.

“Me terminaré todas series de Netflix“, apostilla Zeballos, a quien esta situación le ha cogido en un lugar totalmente nuevo para él, a más de 10.200 kilómetros de su Rocha natal y de su familia.

Zeballos cuenta que contacta constantemente con ellos para saber “cómo está la situación por ahí, que de momento no es ni mucho menos tan difícil como acá”.

Girona parece una ciudad muy tranquila, y muy linda, pero la verdad es que no he tenido tiempo de recorrerla porque la situación estalló nada más llegar. Solo he salido del piso para ir al supermercado, que tuve que buscar en el Google Maps donde está porque no conocía nada de la ciudad”, comentó.

“Así que estoy aprovechando estos días de confinamiento para adaptarme aquí. Y para prepararme tanto física como mentalmente para estar listo, a punto, cuando se retome la liga. Y para estar a disposición del míster para sumar desde donde él considere”, remarca Zeballos, que recaló en Girona para reforzar la delantera de un equipo que anhela regresar por la vía rápida a Primera.

“Sé porqué vine acá. Y lo que me ha costado. Y todo esto me está ayudando a valorarlo aún más. El sueño no ha empezado de una forma demasiado normal, pero no me quejo porque es una situación excepcional que afecta a todo el mondo. No solo a mí. No se ha truncado algo por mi culpa. Hay que esperar. Aceptar la situación. E intentar buscar la parte positiva”, acentúa.

Y convencido, añade: “Las cosas no pasan cuando uno quiere. Pasan cuando tienen que pasar. El debut se va a dar cuando se tenga que dar. Ya llegará. Lo que depende de mí es estar preparado cuando llegue el momento. Uno siempre sueña con el debut, pero ahora mismo pienso más en seguir preparándome que en eso”.

“La actual es una situación temporal. E intento no dejarme llevar por la ansiedad y no pasarlo mal por querer estar ya en el terreno de juego. Intento verlo más como una oportunidad para crecer. Como un aprendizaje”, insistió el delantero.

“A uno lo que más le gusta estar en la cancha, que es a lo que vine acá y lo que a uno le ha encantado siempre, desde niño, pero, a pesar de esta situación, y de que aún no he podido jugar, ya estoy disfrutando de lo que es haber dado el salto a Europa. Lo valoro muchísimo”, asegura el artillero de Rocha, que aterrizó en tierras catalanas, con la carta de libertad, para comprometerse con el Girona por las cuatro próximas temporadas; procedente del J
uventud Las Piedras de su país, con el que en el 2019 celebró hasta 19 dianas y repartió cuatro asistencias.

En Montilivi, Zeballos, que también defendió las camisetas del Maldonado, el club en el que se formó, y del Huracán y que a principios de este año, también era pretendido Peñarol de Diego
Forlán, espera continuar creciendo a la sombra de su compatriota Cristhian Stuani, el jugador franquicia del conjunto de Josep Lluís Martí.

“Me llamó a los dos días de llegar para ponerse a mi disposición, al igual que Bueno. Quiero aprovechar la oportunidad de trabajar al lado de un futbolista como él, de selección, que lleva tantos años en el fútbol europeo, que es un referente para todos los uruguayos, para aprender”, aseguró.

Comentó Zeballos que el Girona disponede jugadores “muy, muy, buenos”, y que su objetivo en estas once jornadas que quedan para el final es “intentar colaborar, ayudar, desde donde me toque” y sumarse “al buen trabajo” que vienen haciendo tanto Cristhian como Jonatan Soriano.

Zeballos considera que “lo más justo” es que las ligas “se decidan en el césped y no en los despachos”, aunque admite que lo más importante es “la salud”.

Sobre la crisis provocada por el coronavirus, el nuevo futbolista del Girona lamenta “los miles de muertos que está causando en todo el mundo”, e insiste en afirmar que todo el mundo tiene que ser “muy responsable”.

“Parece que comienza a aliviarse la situación, que es de película, pero debemos seguir sumando. Y cuidándonos, ayudándonos los unos a los otros”, argumenta.

Zeballos, siempre sonriente, optimista, feliz, con el mate en la mano, concluye: “Me traje provisiones de mate para dos o tres meses porque el campeonato tenía que acabar a finales de mayo o a mediados de junio, y entonces ya tenía previsto regresar a Uruguay. Ahora estoy un poco preocupado porque ya se me empieza a terminar y estoy tratando de averiguar donde puedo conseguir, aunque creo que va a ser complicado”.


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