El coronavirus lo ha cambiado todo y está ofreciéndonos versiones de los protagonistas del deporte muy alejadas de las habituales. El año pasado Ingvild Mucauro era elegida mejor jugadora de la Copa de Campeones de África 2019 y hoy ha aparcado el baloncesto para luchar contra el Covid-19 desde su puesto de trabajo como médico en prácticas de un hospital de Maputo, capital de Mozambique.
La escolta de 28 años del Ferroviario de Maputo, vigente campeón de África, desarrolla su actividad en las Urgencias del Hospital General Jose Macamo. “En nuestro hospital abrimos una unidad especial para pacientes de Covid-19 tras recibir el equipamiento apropiado para poder atenderlos. Les tomamos muestras a los que están más graves y entonces les trasladamos a un hospital especial que el ministerio de sanidad ha abierto en Maputo”, explica Mucauro en una entrevista ofrecida a la FIBA.
“Como jugadora de baloncesto, es muy difícil porque echo mucho de menos jugar. Echo de menos a mis compañeras y la competición pero ahora lo más importante es superar esta pandemia sana y salva como doctora. Daré lo mejor de mí para ayudar a cada paciente y para informar a todo el mundo para evitar que la pandemia pueda contagiar a sus familias y amigos”, ha explicado.
Mozambique vive una situación privilegiada comparada con otras partes del mundo pues tiene solo 76 contagiados
y ninguna muerte. “Es una situación dura pero por fortuna no tenemos ninguna muerte todavía. No es fácil en un país africano. Conocemos nuestras deficiencias pero lo hacemos lo mejor que podemos para ayudar a todo el que lo necesite”, apunta la jugadora.
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