Hay 16 pilotos que terminan contrato este año en la Fórmula 1 en los que Ferrari podía haberse fijado para sustituir a un Vettel que dejará Maranello al final de la presente campaña, pero solo uno cumple a la perfección con los requisitos que buscaban los italianos para el candidato que finalmente han elegido:
Carlos Sainz
, que según fuentes consultadas por MD en Italia, está previsto que sea anunciado hoy por Ferrari como nuevo compañero de Charles Leclerc para 2021.
No obstante, desde el entorno de Carlos, ayer no se daba ninguna novedad respecto a lo que ya comentaron a este diario, que todo apuntaba en la dirección correcta pero pidiendo “paciencia”, puesto que aún faltaban algunos detalles por concretar, aunque sí aseguraban que se sabría algo esta semana o como mucho a principios de la que viene.
El piloto español ha sido escogido como la mejor apuesta para Ferrari, sobre todo teniendo en cuenta su gran rendimiento en un año 2019 espectacular para Carlos, en el que firmó su primer podio en Brasil y terminó sexto del Mundial, superando cualquier expectativa. El madrileño cumplió con creces liderando el proyecto de McLaren en su primer año y fue escogido por los especialistas como el tercer mejor piloto de la parrilla. Todo ello, después de un continuo ascenso desde que en 2015 debutara con Toro Rosso en el ‘Gran Circo’, siempre constante, un piloto sin errores, algo clave para que Ferrari se haya decidido por él, puesto que buscaba a un piloto fiable y que saque el máximo de su bólido para poder ir a por el ansiado título de constructores que tanto se le resiste a la firma italiana desde 2008.
Sin ir más lejos, el pasado año fue uno de los mejores en las salidas y dejó grandes adelantamientos, algunos de ellos muy arriesgados, pero sin ningún fallo, algo difícil de encontrar en un chico que ha demostrado merecerse la oportunidad de pilotar un coche ganador.
Todo ello, es difícil de encontrar en un joven de 25 años que ha alcanzado la madurez a base de esfuerzo, trabajo y un temple destacable para pelear en pista, lo que le hace ser una apuesta de presente y de futuro, desbancando en la carrera por unirse a Ferrari a un Ricciardo que tiene ya 30 años. Por no hablar de su sueldo, mucho menor a las pretensiones del australiano.
Trabajo, cercanía y fidelidad
Pero hay más. Si algo molesta en Ferrari y mucho es que un piloto critique abiertamente al equipo o el coche, motivo por el que en su historia ya le pusieron las maletas en la puerta a más de uno. Carlos cumple también ese perfil de calma ante los medios, de control total y absoluto de lo que debe decir. Incluso en Renault, cuando claramente tenía un equipo de ingenieros mucho más inexperto que el de Hulkenberg, no se le escuchó ni un solo reproche. Ni tampoco en Red Bull cuando sus resultados le avalaban para que apostaran por un ascenso que no llegó.
Además, ese carácter le hizo formar una pareja idílica con Lando
Norris. Sabe que lo principal es el equipo y no deja que el ego de todo piloto cree mal ambiente en el equipo. A ello le unimos su buena imagen, que sabe italiano, y que si repite lo hecho en Mclaren se pondrá a todo el equipo en el bolsillo en un santiamén. Por su enorme capacidad de sacrificio, su constante e incesante trabajo, el hambre que tiene de ganar y mejorar día a día. Sin ir más lejos, al fichar por McLaren no lo dudó y se mudó cerca de la fábrica para estar siempre disponible, junto a su equipo. De esta manera, fiel al proyecto, motivado e involucrado, se ha hecho querer igual que a un Norris que siempre ha sido el ojito derecho de la escudería. Que en Ferrari le vayan buscando casa en Maranello. Carlos quiere ganarse ahora el corazón de los ferrarista.
Está listo para la oportunidad que tanto deseaba, pilotar un coche ganador tras firmar un 2019 increíble.
Su constancia al volante, sin errores, es algo clave puesto que Ferrari necesita a pilotos que sumen mucho y sumen el menor número de indicentes para ir a por el título de constructores, que no consigue desde 2008. Su ambición, unida a su temple en pista, le hacen ser un piloto muy fiable.
A sus 25 años es una apuesta segura de presente y futuro, y con un sueldo inferior a Ricciardo, de 3.5 millones en McLaren por los 20 del australiano en Renault.
Ferrari no quiere nada de quejas públicas ni peleas entre compañeros. Su carácter encaja a las mil maravillas. Siempre busca el máximo beneficio para su equipo.
Sabe Italiano y su cercanía a la fábrica como demostró en McLaren, unida a su obsesión por trabajar y mejorar, dos de sus grandes cartas de presentación.
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