Pikabea: “Me encanta ver a tanta gente de casa”


José Antonio Pikabea (Hondarribia, 49 años) defendió la camiseta de la Real en 313 partidos. Un privilegio al alcance de pocos para un tipo que mezcla amabilidad y discreción. Alejado de los focos, recuerda con cariño aquella línea de cuatro que formó junto a Fuentes, Loren y Aranzabal y se alegra por lo que su excompañero Imanol está consiguiendo “desde la humildad y el trabajo”.



¿Cómo le trata la vida?

Bien. Mientras pude jugué algunos partidos con los veteranos, pero andaba con la cadera justita. Ahora, cuando hacen alguna comida intento juntarme con ellos. Por lo demás, estoy tranquilo. Vivo en el monte, en Lesaka. Mi padre es de Aranaz y parece que ese ADN navarro me ha traído hace aquí. Lo combino con mi paraíso, Hondarribia. También le doy a los libros.

¿Sobre qué?

Me ha dado por el tema del yoga, la meditación y esas cosas. Son cosas un poco profundas y a los que no estamos acostumbrados nos cuesta un poco, pero ahí voy, salseando.

¿Por qué se interesó por ese tema?

Cuando todavía era jugador leía sobre psicología, un poco por encima, para ver qué cosas podía mejorar. Son muchos los psicólogos que han ido derivando a enseñanzas más orientales. Fui enganchándome y ya llevo unos años. Es muy interesante.

¿Suele ir a Anoeta?

Sigo a la Real pero no el día a día. De vez en cuando, si la hora es buena, me suelo acercar con algún amigo, pero no estoy tan pendiente como antes.

Han pasado casi 30 años de su debut en Mestalla. ¿Cómo lo recuerda?

Fue en el 92, con el galés. Ganamos 1-2, con golazos de Carlos Xavier y Kodro. Salí 20 minutos o así. Yo en el Sanse jugaba de líbero, que entonces se jugaba con líbero, pero igual pensó “por si acaso no le voy a poner atrás” y me colocó de interior izquierdo. Incluso tuve una ocasión, pero casi mejor que no la metiese, porque habrían empezado a hablar de mí como de una futura estrella (se ríe). Guardo un muy buen recuerdo.

Once temporadas y 313 partidos. ¿Lo soñaba entonces?

No. Yo en ningún momento pensaba en llegar. Vas sobre la marcha, haciendo las cosas poco a poco. Son buenos números, pero en la Real tenemos mitos que han jugado casi 600 o casi 500. Cada uno hace lo que puede y estoy feliz.

Era un central técnico, aunque usted se definió como ‘segurola’.

(Se ríe). Es que el defensa un poco ‘segurola’ tiene que ser. En el Sanse igual subía algo más, pero ya en el primer equipo, alegrías atrás las justas. Los Piqué o Ramos, los ’top’, se las pueden permitir, pero los de a pie de calle, a defender lo mejor posible.

Fuentes, Loren, Pikabea y Aranzabal.

Con Alberto por detrás. Aunque era un trabajo de todos. Si los de medio campo para arriba no hacen su función a la línea de cuatro sólo le queda aguantar el chaparrón. Pero sí, parece que funcionó. Miguel es un mito, no sé cuántos partidos tiene, Loren era el gran capitán, y Agustín, qué te voy a decir. Eran buenísimos, y Alberto otro tanto.

¿Mantienen el contacto?

Sí, de vez en cuando. Con Miguel suelo coincidir, con Alberto también por Hondarribia. Y también, de nuestra quinta, con Luis Pérez, Guruzeta, Iñaki Zabala, Andoni Imaz, Mikel Lasa, Imanol… Bueno, Imanol ya está completamente centrado, como debe ser. No le molestamos (sonríe).

Muchos excompañeros dicen estar sorprendidos con él porque era muy callado. ¿Coincide?

Bueno, eso de callado… Tampoco era Joaquín, el del Betis, pero era un ‘casta’. Ahora lo controla, lógicamente, pero era puro nervio. Me alegro mucho por ‘Ima’, por todo lo que está consiguiendo desde la humildad y el trabajo. Y también por Labaka y toda la gente de la casa.

¿Qué me dice de Toshack?

Para mí, el mejor que tuvimos los de nuestra generación. Fue buenísimo para la Real porque nos dio la oportunidad a muchos jóvenes. Es verdad que apretaba; con esa planta que tenía, cuando te gritaba, ¡ostras!Pero a ese nivel hay que hacerlo, claro.

En estos tiempos se le etiquetaría como un ‘One club man’. ¿Tuvo ofertas, por ejemplo, del Athletic?

Bueno, yo aquí estaba bien. Siempre fui muy casero. No hacía mucho caso a los intermediarios y esas cosas, nunca estuve pendiente. Es verdad que lo dejé con 33 años e igual por edad podría haber continuado, pero yo no lo sentía así. De hecho, los últimos dos años en la Real prácticamente no jugué y no estaba para seguir. Había perdido la inspiración.

¿Qué es lo que más le gusta del equipo actualmente?

Se ha planificado la plantilla fenomenal y se ha acertado con los fichajes, que no es fácil. El equipo juega muy bien pero, además de eso, me encanta la cantidad de gente que está saliendo de la cantera. Imanol los conoce desde hace años y eso se nota. Y luego destacaría lo bien que los está rotando. Lo están haciendo genial.

Le imagino ilusionado con la final de Copa.

Claro. Ya sólo haber llegado es algo fantástico. Lo ideal sería jugarla con gente, por supuesto, y yo esperaría a ver si la cosa se aclara. 33 años después, sería una pasada ganarla.


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