El esguince que se produjo Ander Guevara el pasado sábado abre el camino para que Asier
Illarramendi e Igor
Zubeldia se batan en un mano a mano apasionante por la titularidad en el centro del campo. El capitán y el azkoitiarra, acostumbrados a organizar al equipo en el meollo del terreno de juego, son precisamente el centro de atención a dos semanas y media de que se reanude la Liga.
Imanol Alguacil redescubre uno de esos denominados benditos problemas: tener que decantarse por dos futbolistas de notables prestaciones para un solo puesto. Sería altamente sorprendente que el entrenador cambiara de sistema para las 11 jornadas restantes, por lo que sólo hay una vacante para uno en el ancla de la medular. Lastimado Guevara, Illarra y Zubeldia cogen ventaja en una carrera de máxima relevancia.
¿Seguir apostando por un valor de seguridad suprema como Zubeldia o entregar la manija al contrastado Illarra? El quid de la cuestión recupera toda su emoción ocho meses después de que lesionara el mutrikuarra. En las tres primeras jornadas de Liga, allá por agosto de 2019, los dos coincidieron en la alineación. Illarramendi fue titular hasta que se rompió, tiempo en el que Zubeldia fue central.
Una sanción de Llorente y la lesión que apartó a Aritz
Elustondo del arranque de temporada allanó el terreno para que Zubeldia retrasara su posición a la zaga y así poder ser compatible con Illarra. La grave lesión del capitán catapultó el protagonismo de un joven canterano que ha respondido con un rendimiento fenomenal: es el quinto de la plantilla que más juega, sólo se ha perdido tres partidos de Liga, ha jugado todos los de Copa y ha superado los 2.000 minutos de competición. Un tratado aplastante de relevancia en el equipo.
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