Álvaro Peral
fue canterano del Atlético de Madrid hace varios años. El portero era habitual en los entrenamientos del primer equipo en la temporada que los rojiblancos conquistaron la Liga y fueron subcampeones de Europa.
Pero hace unos meses, con 23 años (ahora tiene 24), tuvo que dejar el fútbol. Obligado. Por una depresión. Había pasado tras salir del Atlético por Fuenlabrada, Villanovense, Guijuelo, Ebro, La Roda y Calahorra. Y ahora, el albaceteño, que está sin equipo, cuenta lo que le pasó en la web ‘5maseldescuento.es’.
“Afortunadamente ahora me encuentro bien, pero he pasado unos meses muy difíciles. Terminé el curso pasado en el Calahorra de Segunda B y fue entonces cuando atravesé una serie de problemas que derivaron en una depresión. Y justo cuando iba a comenzar la temporada me encontré ante la tesitura de no tener ilusión ni confianza por el fútbol. A nivel mental ha sido muy duro, no estaba preparado para afrontar ni desempeñar un puesto como el mío de portero”, relata el meta.
Álvaro asegura que “fue muy duro, sobre todo al principio porque llevaba toda una vida dedicada al fútbol, luchando por ello y por conseguir destacar en el deporte. Pero todo cambió y tuve que iniciar tratamiento psicológico. Gracias a esa ayuda, desde enero he conseguido centrarme y estar más estable a todos los niveles. Tengo muchísimas ganas de regresar al fútbol, como si fuera un niño con un balón”.
Pero ha pasado el tiempo. Se ha recuperado. Y ahora está con fuerza y ganas. “Mi idea inicial a comienzos de este año y tras superar la depresión era la de volver al Albacete ‘B’, entrenar con el filial y coger de nuevo la forma; pero no se ha dado el caso ya que semanas después de hablar con el club ocurrió la pandemia del coronavirus. Ahora ya me centro en la temporada que viene, pensando en el mercado que viene. Sé que será difícil por todo lo que ha pasado, y estar un año fuera del fútbol acrecienta todavía más todo. Pero tengo la ilusión de demostrar lo buen portero que he sido y lo trabajador que me he mostrado allá por donde he ido. Tengo la ilusión de que algún equipo se fije en mí y pueda encarrilar mi vida como portero”, relata.
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