Que Germán
Burgos, segundo entrenador del
Atlético de Madrid
, es uno de los tipos con más carácter del fútbol mundial es algo que se ve a simple vista. Su personalidad es arrolladora, dentro y fuera del campo. Un tipo afable y bonachón pero también vehemente cuando se trata de defender a los suyos.
Que se lo digan a Mourinho que se las tuvo tiesas con él en su día, siendo entrenador del Real Madrid, y se achantó ante la envergadura del Mono. “Yo no soy Tito, yo te arranco la cabeza”, le vino a decir al luso en una disputa en la banda en la que al exentrenador del Real
Madrid se le estaban yendo las maneras.
El caso es que la personalidad que el técnico tiene está fuera de toda duda. Si hay algo que no soporta es la irreverencia y la falta de profesionalidad. En estos años, el Mono en el Atlético aún se recuerda cuando Adrián
López no asumió bien un cambio y Germán
Burgos se encaró con él en el banquillo en una discusión muy visible.
Ahora, un exjugador que estuvo a las órdenes de Simeone y Burgos en el Catania ha desvelado una curiosa historia. “En ese momento yo era un top, pero Cholo no me había puesto en el campo”, rememoró el jugador en referencia a un partido ante el Nápoles con el cuadro italiano. “Estaba nervioso porque mi hijo estaba a punto de nacer. (…) A los quince minutos los compañeros comenzaron a calentar y yo no quería hacerlo”, prosiguió en una conversación en Instagram con Lito Costa Febre.
“El Mono
Burgos quería comerme vivo, era como desafiar a la muerte. Pero el Profe Ortega me calmó, en la segunda mitad entré al campo y me disculpé con todos”, señaló el ex jugador de Barcelona, River
Plate…
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