Valdano puso fin hace 25 años a la hegemonía del ‘Dream Team’

Después de cuatro años sin saborear una Liga, el Real Madrid dirigido por Jorge Valdano acabó con la hegemonía del ‘Dream Team’ del Barça hace 25 años. El 3 de junio de 1995, el equipo blanco entonó el alirón de forma matemática a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato tras vencer al Deportivo en el Bernabéu por 2-1, gracias a goles de José Emilio Amavisca e Iván Zamorano, dos jugadores que curiosamente estaban en la lista de transferibles cuando el técnico hispano-argentino se hizo cargo del equipo fueron clave para el equipo al sumar 38 goles entre ambos en el campeonato.

El Real Madrid, donde irrumpía un joven canterano de 17 años llamado Raúl González Blanco, que firmó nueve dianas en el torneo doméstico, fue líder desde la jornada 12 hasta el final. Se proclamó campeón de LaLiga 1994-95 con 55 puntos (23 victorias, 9 empates y 6 derrotas). Le sacó cuatro puntos al segundo clasificado, el gran Dépor de los Voro, Djukic, Donato, Fran, Julio Salinas y Bebeto que entrenaba Arsenio Iglesias, el ‘Zorro de Arteixo’.

El Real Madrid le sacó nueve puntos al Barça

Los blancos, que anotaron 76 dianas y encajaron 29 aventajaron al final en nueve puntos a un Barça que acabó cuarto igualado a puntos con un sorprendente Real Betis, que tuvo el honor de ser el equipo menos goleado de la competición (solo 25 goles en contra en 38 jornadas) y de clasificarse para la Copa de la UEFA.

Fue la última Liga de los dos puntos por victoria y la del famoso 5-0 logrado el 7 de enero de 1995 ante el FC Barcelona en el Bernabéu, el triunfo más amplio de los merengues aquella campaña en su estadio. Ocurrió justo un año después del otro célebre 5-0 que los azulgrana le infligieron al conjunto madridista en el Camp Nou, el Madrid. Con un Laudrup vestido de blanco, devolvió la ‘manita’ a los culés con un hat-trick de Zamorano, uno tanto de Amavisca y otro de Luis Enrique.

El golazo de Lasa al Sevilla desde su propio campo

También marcó aquella exitosa temporada para los blancos el 0-2 cosechado en el campo del Atlético de Madrid. Dos tantos de Zamorano, que pasó de ser un jugador descartado a ser el goleador que buscaba Valdano, encauzaron el siempre difícil derbi ante los colchoneros en el Vicente Calderón.

Una campaña igualmente recordada por el inolvidable gol que hizo Mikel Lasa en el Bernabéu contra el Sevilla (2-0), el 5 de febrero de 1995. Cuando el partido agonizaba, el lateral vasco robó un balón en el minuto 92 y ejecutó un disparo impresionante desde su propio campo (58 metros) que sorprendió al meta sevillista Juan Carlos Unzué, que estaba fuera de la portería después de que todos sus compañeros hubieran subido al ataque para rematar un córner en busca del empate.

A la jornada 36 se llegó con un pulso decisivo entre Real Madrid y Deportivo en el Bernabéu. Valdano se encargó de enterrar los fantasmas que él mismo ayudó a crear como técnico de un Tenerife que le dejó al equipo blanco sin dos históricas Liga que viajaron al Camp Nou. El partido, disputado a las nueve de la noche, fue una ‘final’ en toda la extensión de la palabra, un duelo intensísimo. Amavisca adelantó a los merengues en el minuto 39, pero Bebeto igualó a los 69 minutos. Sin embargo, el empate era favorable al Real, que con 20 goles más que el Dépor en el coeficiente general tenía igualmente la corona en el bolsillo.

Zamorano, que se erigió Pichichi, sentenció LaLiga

A cinco minutos para el final, los 110.00 espectadores que abarrotaron el Bernabéu estallaron de júbilo. Un pase largo de Amavisca le llegó a ‘Bam Bam’ Zamorano, que hizo un control orientado con el pecho, se posicionó para disparar y batió a Liaño con un potente derechazo. El chileno terminó el campeonato como Pichichi con 28 goles. Victoria final por 2-1 y primer título de Valdano en el banquillo de un Real Madrid que enterró sus fantasmas del pasado en Tenerife y puso fin a cuatro temporadas de frustraciones. LaLiga número 26 de la historia merengue provocó que la afición blanca tomara Cibeles hasta altas horas de la madrugada con una monumental fiesta.