El coche que te habla y avisa del peligro

Hay automóviles pasivos que te llevan de un sitio a otro sin decir ni mu. Y otros más extrovertidos que te cuentan cosas durante el trayecto. El ID.3 de Volkswagen es uno de estos últimos, y probablemente de los más comunicativos. Pero interactúa de una forma tan agradable que no se hace molesto ni cae en la charlatanería hueca, y en algunos aspectos es tan discreto que resulta casi subliminal.

Bajo su línea de trazos suaves e imagen vanguardista, el ID.3 sigue siendo un armazón de acero vestido con un traje de chapa, plástico y fibras que aloja casi 500 kilos de baterías bajo el piso. En la práctica, presenta también una intensa vida interior que le permite comunicarse con sus ocupantes, e incluso hacer de copiloto y hasta de ángel de la guarda, en determinados momentos.

Complicidad al primer golpe de vista

“En cuanto te acercas al coche parece que se despierta abriendo los ojos y mirándote”, destaca Sandra Sturmat, diseñadora de luces de VW. Es el guiño que emite el sistema KESSY (acceso sin llave), para avisar que ha detectado la llegada de su conductor. Y añade: “La luz aporta más presencia al coche y es una forma de comunicación muy simple e intuitiva. Desde el primer contacto hay un sentimiento humano y te hace sentir enseguida que estás interactuando con la máquina.”

Por dentro sucede lo mismo, según Alex Gebel, diseñador de interiores de la marca: “El interior es menos un coche y más un cuarto de estar rodante”. La realidad es el que el ID.3 propone una ergonomía muy trabajada que te hace sentir como en una casa. Es uno de esos coches que en cuanto te sientas parece como si le conocieras de toda la vida, porque te compenetras con él enseguida: apenas hay que retocar los ajustes y todos los mandos están muy a mano.

Comunicación emocional hombre-máquina

Aparte de detectar tu llegada y adaptarse como un guante a todas las tallas, el ID.3 también se comunica visualmente con su iluminación interior. De entrada, una vez que el conductor se sienta y pulsa el botón de arranque, el sistema de luces ID. Light le avisa de que está listo para moverse, porque al no emitir ruidos mecánicos cuesta percibir cuando está ya en marcha, como sucede en todos los eléctricos. A la vez, también activa la información sobre llamadas entrantes, navegador, avisos de frenada, etc.

Interior del modelo ID.3 de Volkswagen.
Interior del modelo ID.3 de Volkswagen.

Además, cuando se utiliza el navegador, la iluminación ID. Lights ayuda a reducir el estrés del conductor, por ejemplo, emitiendo parpadeos para recomendarle que cambie de carril o avisándole cuando está en el equivocado. También responde con señales de luces a las demandas de sus ocupantes para hacer saber, al conductor o al pasajero de delante, que les está contestando.

“ID. Lights funciona de forma intuitiva usando colores familiares”, señala Valentina Wilhem, Diseñadora de experiencia de uso de VW. Por ejemplo, si la batería está totalmente cargada utiliza el verde, pero para avisar de una frenada de emergencia usa el rojo. Incluso en el exterior, los faros imitan los movimientos del ojo.

Realidad aumentada para avisar del peligro

La llamativa pantalla central en color de 10 pulgadas que permite acceder y manejar a todos los accesorios del coche es una de sus señas de identidad. Pero destaca sobre todo la función “Head up Display”, otra de sus herramientas de comunicación más avanzadas y exclusivas.

Esta tecnología aplica la realidad aumentada (AR) para proyectar información relevante en el parabrisas, justo frente al conductor, y con un efecto visual como si estuviera entre 3 y 10 metros por delante. Así, puede adelantar la siguiente indicación de ruta del navegador, y sobre todo cualquier aviso de peligro, como por ejemplo, una frenada de emergencia.

Por lo demás, todos los controles se realizan con botones de tacto sensitivo, y solo los elevalunas y el warning o aviso de peligro que conecta todos los intermitentes, son táctiles. El ID.3 cuenta también con un control de voz inteligente. Se activa pronunciando las palabras “Hola ID.3” y el coche responde con señales lumínicas dirigidas a quién le habla.

Imagen de los asientos del modelo ID.3 de Volkswagen.
Imagen de los asientos del modelo ID.3 de Volkswagen.

AVAS, la voz exterior del ID.3

El ID.3 es un coche 100% eléctrico y en consecuencia, no emite la ‘voz’ bronca de los modelos con motor térmico. Aunque es ‘mudo’ mientras circula, VW ha creado un generador de sonido que funciona hasta que alcanza 30 km/h y cuando va marcha atrás para avisar su llegada a los transeúntes y evitarles sorpresas.

El sonido que le identifica se denomina AVAS 3 (Sistema de Alerta Acústica de Vehículo, por sus siglas en inglés) y ha sido creado por el Centro de Diseño de la marca y el compositor Leslie Mandoki. Y sigue la normativa europea, que exige a todos los modelos eléctricos matriculados a partir de julio de 2021 emitan un sonido artificial para obtener la homologación.

En este caso, aparte de llamar la atención para avisar al peatón, busca también que se asocie a la marca y permitirá reconocer a sus modelos. Además, dentro del coche también se perciben las distintas fases del sonido de conducción según la velocidad y de la presión que se ejerza sobre el pedal del acelerador.

Sostenibilidad sutil en el detalle

La parte más sutil de la comunicación del ID.3 está en los detalles, y aparte de completar la sostenibilidad del modelo eléctrico de VW, lo transmite a sus ocupantes. Y es que si se carga con energías renovables puede ser el primer automóvil con neutralidad ambiental en términos de CO2 a lo largo de su ciclo completo de vida, desde la extracción y obtención de los materiales necesarios para su fabricación, hasta su reciclaje final al término de su ciclo de vida.

Imagen promocional del Volkswagen ID.3.
Imagen promocional del Volkswagen ID.3.

El valor diferenciador de la sostenibilidad se comunica también por dentro. De entrada, prescinde de cualquier material de origen animal y completa su sensibilidad hacia nuestros vecinos en el planeta aplicando materiales reciclados y sostenibles, como microfibras para imitar la piel en los asientos, superficies granuladas procedentes de plásticos reciclados, etc. Además, todas sus pinturas y materiales son reciclables y reutilizables en futuros modelos. Y todo sin olvidar la imagen y el diseño: “Cada elemento interior se ha diseñado como si fuera una pieza independiente, y trabaja por si misma, pero también como parte del conjunto”, resalta Alex Gebel, diseñador de interiores de la marca.


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