Tres importantes grupos yihadistas africanos han anunciado este jueves que unen sus fuerzas y se fusionan bajo el nombre de Jamaat Nasr al Islam wa al Mouslimin, creando la organización terrorista más sólida del Sahel. El nuevo grupo queda bajo el mando del tuareg maliense Iyad Ag Ghali, uno de los terroristas más buscados en esta región africana, y declara su fidelidad a Al Qaeda y a su emir, el egipcio Aymen al Zawahari, sucesor de Osama bin Laden. De esta manera, el yihadismo saheliano reorganiza sus fuerzas ante el incremento de la presión militar y Al Qaeda refuerza su posición ante la penetración del Estado Islámico en la zona.
Los tres grupos terroristas que anunciaron su fusión este jueves mediante la difusión de un vídeo son Ansar Dine, el movimiento yihadista liderado por Ghali que nació a principios de esta década y que fue uno de los protagonistas de la ocupación del norte de Malí en 2012; Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) en el Sáhara, encabezado por el argelino Djamel Okacha, alias Yahia Abou el Hammam, que cuenta entre sus filas con la katiba (brigada) del famoso terrorista argelino Mojtar Belmojtar, y, finalmente, el Frente de Liberación de Macina, un movimiento terrorista nacido hace dos años en el centro de Malí liderado por el predicador peul Amadou Koufa.
Según el experto en terrorismo en el Sahel y director del Instituto Timbuktu, Bakary Sambe, esta reagrupación de fuerzas yihadistas es una respuesta al aumento de la presión militar contra el terrorismo en la región. “A la presencia de los franceses a través de la Operación Barkhane se ha unido la creación del G5 como estrategia de los países sahelianos para hacer frente a estos grupos yihadistas, que necesitan crear zonas seguras para desarrollar sus actividades. Su respuesta es mutualizar fuerzas, compartir y así ser más sólidos”, asegura.
Asimismo, esta unificación es un intento de la nebulosa terrorista Al Qaeda de responder a la lenta pero progresiva extensión del grupo rival Estado Islámico (ISIS, según sus siglas en inglés) por el continente africano. En la actualidad el ISIS cuenta con tres filiales en África, tres grupos escindidos de Al Shabab en Somalia, Boko Haram en Nigeria y AQMI en el Sahel. En concreto en esta última región la escisión se produjo en el año 2015 cuando Adnan Abu Walid Saharaui decidió declarar lealtad al ISIS rompiendo con Al Qaeda.
Fotograma del vídeo en el que los líderes sellan su alianza.
“La presencia y liderazgo de Iyad Ag Ghali en el nuevo grupo terrorista también viene a confirmar que Malí es el auténtico epicentro del yihadismo en el Sahel. Desde aquí se diseñan, organizan y lanzan las operaciones en países vecinos como ha sido el caso de Níger, Costa de Marfil y Burkina Faso”, añade Bakary Sambe. En el primer vídeo difundido por la nueva organización, que adopta el lema “una bandera, una organización, un emir”, se puede ver a los citados Koufa, Okacha e Iyad Ag Ghali, así como a Hassan al Ansari, adjunto de Mojtar Belmojtar, líder de una de las katibas más activas de AQMI, y a Abderahman Al Sanhaji, también jefe militar de AQMI.
Desde que se hiciera conocido como uno de los grupos terroristas que ocupó el norte de Malí en 2012, Ansar Dine no sólo logró sobrevivir a las operaciones militares francesas sino que se ha convertido en uno de los grandes responsables de que la Misión de Naciones Unidas en este país africano, la Minusma, sea la que cuenta con más muertos de toda su historia. Iyad Ag Ghali, el nuevo líder de esta coalición terrorista y natural de Kidal, es el enemigo público número uno en Malí y en su haber cuenta con ser uno de los responsables de la masacre de Aguelhoc, en enero de 2012, en la que un centenar de militares malienses fueron degollados tras perder una batalla.
La fusión de AQMI en el Sahara, Ansar Dine y el Frente de Liberación de Macina representa la primera estrategia de unificación del yihadismo en el Sahel después de 2012, cuando la intervención militar francesa provocó la atomización de los grupos terroristas de la zona. “Su intención es ser más eficaces y continuar con el proceso de internalización de la violencia, lo que muestra que África está cada vez más en el centro de interés de los grandes grupos terroristas”, explica Sambe.
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