Verles pelear por cada balón en esta jornada 28 que quedó aplazada allá por el 13 de marzo. Es cierto que hemos visto lo que pasaba en Alemania, pero lo que realmente queremos ahora es ver lo que ya estamos acostumbrados a ver. Los equipos de la Liga velan armas a excepción de Sevilla y Betis, que hoy mismo regresan a la competición.
Hay muchas incógnitas, quizá demasiadas. Lo sucedido en la Bundesliga puede marcar y orientar, pero en ningún caso puede ser exportable al 100 por cien. Aquella Liga no se parece mucho a esta y, aun siendo cierto que el factor campo se puede alterar, me da la sensación de que aquí va a haber cosas muy distintas. Las diferencias se van a notar y los ‘grandes’ sin la presión de los campos rivales van a estar más cómodos. El estado físico también va a ser determinante. En eso están incidiendo todos los entrenadores.
Aquí la planificación habla de jugar 11 partidos en un tiempo de 39 días. Vamos, algo más que un mes. Es de cero a 100 en muy poco tiempo. Algo similar a un mundial o europeo, pero con muchos más partidos.
También vamos a ver cómo reacciona cada uno, cada futbolista. Los bravos y agrandados no tendrán a la gente detrás y los menos explosivos y ‘débiles’ con presión tampoco. A los primeros les viene mal, a los segundos bien. Lo que sí parece es que no tener a tu gente en las gradas puede penalizar a unos más que a otros. San Mamés es muy importante para el Athletic, ojalá no se eche de menos a los aficionados.
El tema de los horarios da para escribir un libro, pero de saque no me parece de recibo que el Athletic juegue cuatro partidos en nueve días. Estamos ante 11 jornadas nunca vividas y con cero experiencia en estas lides. 11 finales con un solo objetivo: séptimos y a Europa. Aunque sea desde la radio, Onda Vasca, estaremos apoyando y desde fuera cada uno en su casa también.
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