Por ahora, esto es lo que hay. Y tanto porque no deja de ser fútbol como porque en cierto modo refleja que lo peor del maldito coronavirus ya ha pasado, tenemos que celebrarlo. Sin embargo, hay fiestas que no son completas. Y sin ánimo de entrar en el debate de si debían disputarse o no estas 11 jornadas del tramo final de LaLiga, resulta innegable que en los estadios los aficionados brillan por su ausencia. En el caso del encuentro disputado este sábado en el RCDE Stadium, faltaron aproximadamente unos 30.000. Una cifra sobre la que rondó la asistencia ante Mallorca y Atlético de Madrid antes del parón, y que a buen seguro se hubiese repetido (o superado) ante el Alavés teniendo en cuenta lo mucho que se jugaba el Espanyol.
Sin embargo, el equipo no estuvo solo. Los pericos, aunque no ‘in situ’, estuvieron presentes en Cornellà-El Prat. El club engalanó el lateral con una enorme lona en la que se vio una camiseta con el dorsal 12, el de la afición, junto al lema que desde hace unos años acompaña al Espanyol: ‘La força d’un sentiment’. Y a falta de cánticos de la Grada Canito o la Penya Juvenil 1991, acompañando a la mencionada lona pancartas con mensajes como ‘Vuestra fuerza hace más grande nuestra pasión’ o ‘Si crees en ti, todo es posible’. Para que cuando los jugadores mirasen a la grada, tuvieran en todo momento presente que deben seguir luchando. Porque aunque asumir el objetivo de la permanencia no se antoja nada sencillo, están obligados a hacerlo principalmente por la afición, para la que el fútbol ha vuelto, pero desde el sofá de casa.
Los privilegiados que sí pudimos ver el partido en vivo y en directo, lo hicimos respetando al máximo las medidas de prevención presentes en el protocolo de LaLiga. Medición de temperatura y desinfección al acceder al estadio, con la obligación de portar mascarilla y guantes en todo momento. También tecleando. Toda precaución es poca en una lucha que es cosa de todos.
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