La NBA ha invitado a Orlando a 22 franquicias: las 16 que ocupaban puestos de Playoff y 6 adicionales, cinco de la Conferencia Oeste y una del Este. La liga ha considerado que estos seis equipos tienen aún opciones de luchar por la post-temporada por lo que disputarán, al menos, ese final de fase regular que se dispute en Orlando. Hoy vamos a fijarnos en los ocho equipos que no estarán en Disney, aquellos para los que la temporada ya ha terminado.
Golden State Warriors
Empezamos por el equipo con peor récord de la liga. La franquicia californiana, que hace un año estaba en plenas Finales de la NBA ante Toronto, ocupa la última plaza actualmente. La marcha de Kevin Durant, la baja durante toda la temporada de Klay Thompson y las molestias que ha arrastrado todo el año Stephen Curry han sido una losa demasiado pesada como para lograr victorias este curso.
Los Warriors no estarán en Orlando y miran ya al futuro, a la próxima temporada y a las distintas formas en las que pueden mejorar su equipo. Con la vuelta de sus dos estrellas, un pick muy alto en el próximo Draft y la firma de algún agente libre de calidad, no es descabellado pensar que la franquicia de San Francisco pueda volver a estar en la pomada por el título la temporada que viene.
Cleveland Cavaliers
Los Cavs tampoco estarán en Orlando al ocupar la última plaza de la Conferencia Este cuando la NBA suspendió su competición. Los de Ohio son otra de esas franquicias que han pasado de estar en lo más alto con LeBron James a caer a lo más profundo de la liga. Este año parecía que habría muchos movimientos pero al final el único significativo fue el traspaso por Andre Drummond, que además termina contrato al término de esta temporada.
Al contrario que Golden State, el curso que viene no se presenta ilusionante en Cleveland y es que los Cavs siguen sin tener un equipo capaz de dar un salto de calidad ni tampoco jóvenes que puedan dar el do de pecho desde ya mismo. La salida de Kevin Love parecía hecha pero de momento sigue en Ohio y habrá que ver si el Draft puede ayudar a acelerar el proceso de reconstrucción que la franquicia debe afrontar desde ya.
Minnesota Timberwolves
Puede que sean la mayor sorpresa entre los equipos que no van a Disney World pero es que los Wolves ocupan la segunda plaza por la cola en el Oeste, con tan solo 19 victorias. La lesión de Karl-Anthony Towns le privó de ver cancha durante varios meses y el equipo consiguió traspasar finalmente a Andrew Wiggins, que se fue a los Warriors a cambio de D’Angelo Russell.
De cara al año que viene, Towns y Russell forman una ilusionante y jovencísima pareja que debería dar un empujón al nivel del equipo. A su alrededor y bajo la batuta de Ryan Saunders, han ido juntando piezas de rotación y calidad suficiente para al menos pelear por Playoff. Okogie, Juancho Hernangómez y más jóvenes tendrán que demostrar que quieren y merecen tener un puesto en la liga.
Atlanta Hawks
El de los Hawks es un caso similar al de Minnesota. Los de Atlanta tienen un equipo joven e ilusionante pero han tenido muchos problemas a lo largo de esta temporada. John Collins se perdió 25 encuentros por sanción y Trae Young sufrió por momentos tratando de liderar al equipo. No obstante, ambos forman una de las duplas jóvenes más prometedoras de toda la competición y el equipo tiene suficientes veteranos como para ayudar en el proceso de mejora.
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Nueve meses sin baloncesto es demasiado
”, declaró recientemente a ESPN Tony Ressler, el dueño de la franquicia. Los Hawks han sido uno de los equipos que han propuesto a la NBA una especie de mini-torneo de verano entre los conjuntos que no disputarán la fase final de Orlando, para mantener a sus jugadores en forma y no perder la rutina competitiva.
Detroit Pistons
Con 20 victorias y 46 derrotas, igual que Atlanta, los Pistons han tenido una temporada llena de altibajos. Aspiraron a entrar en Playoff y ser la alternativa a los grandes equipos del Este pero una serie de imprevistos les ha privado de cualquier éxito. Blake Griffin volvió a recaer de su lesión de rodilla y pasó por quirófano, terminando su participación en la actual temporada. Además, traspasaron a Andre Drummond por Brandon Knight y John Henson.
El futuro de los de Detroit es muy incierto. También lo era quedarse a expensas de la decisión de Drummond este verano pero claramente no sacaron nada que pueda ayudarles a ser más competitivos el año que viene. Habrá que esperar a ver si la noche del Draft les regala alguna pieza sobre la cual empezar a reconstruir y ver si son capaces de hacer la limpieza de vestuario que tanto necesitan.
New York Knicks
Este tenía que ser el año de los Knicks. O, al menos, eso nos quisieron vender el verano pasado. Firmar a Kevin Durant y Kyrie Irving y elegir a Zion Williamson en el Draft era un gran sueño, pero al final se quedó solamente en eso. Los Knicks han vuelto a decepcionar y lo han hecho con una plantilla descompensada y con cero plan de futuro. Al menos firmaron a jugadores con contratos cortos, sin hipotecar demasiado sus próximos años.
Aún buscando entrenador y en plena polémica por ser el único equipo de toda la liga que no ha respaldado las protestas contra la discriminación racial que inundan Estados Unidos, los Knicks vuelven a tener un verano cargado de trabajo. Afrontarán la próxima temporada al igual que las últimas cinco, con expectativas de Playoff pero conocedores de que necesitan dar un giro de 180º si pretenden aspirar a algo.
Chicago Bulls
La franquicia de Illinois ha tenido un año bastante movidito. A la celebración del All Star Weekend en su casa han sumado los continuos rumores sobre el cambio de entrenador que tantos piden. La salida de Boylen no parece cercana pero sí podría ser una de las soluciones al estancamiento que sufren en Chicago. Este año no han dado la talla y tan solo Zach LaVine y el joven Coby White, por momentos, han estado a la altura.
Había muchas expectativas puestas sobre Lauri Markkanen pero Boylen parece haberle convertido en un spot-up shooter, limitando muchísimo todas sus armas ofensivas. Por delante les queda mucho trabajo en las oficinas para confeccionar una plantilla que sea capaz de luchar por algo y volver a ilusionar a un público descontento con su equipo.
Charlotte Hornets
Los Hornets son el equipo con más victorias entre los que se quedan fuera de Orlando. La franquicia de Michael Jordan sumaba 23 triunfos antes del parón, tan solo uno menos que los Washington Wizards, novenos en la clasificación, que a su vez sí que estarán en la fase final que organiza la NBA. La liga ha dictado que Charlotte no contaba con opciones de clasificarse y ha decidido dejarles fuera.
Su temporada ha sido una montaña rusa total. Perdieron a Kemba Walker, que se marchó a Boston y dejó al equipo huérfano de puntos y liderazgo. Entre las pocas buenas noticias hay que destacar a Devonte’ Graham que se ha destapado como un grandísimo anotador y uno de los triplistas más letales de la liga. Willy Hernangómez apenas ha contado con oportunidades y ha sido el jugador con menos minutos de la franquicia. Necesitan cambiar cosas y seguro que el largo verano les ayudará a plantear la próxima temporada.
La fase final de Orlando se disputará entre agosto, septiembre y principios de octubre. Mientras tanto, los ocho equipos ausentes en la cita ya han pedido a la NBA que no se olvide de ellos y que les ayude a planear un proyecto de transición entre dos temporadas tan atípicas. “
Queremos juntarnos, jugar y trabajar entre todos. Sobre todo los equipos que buscan reconstruir con jóvenes talentos
”, comentaba recientemente un directivo de los Timberwolves..
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