Descanso en el estadio del Sevilla. Saltan los jugadores al terreno de juego y por la megafonía suena una canción. Es uno de los éxitos del grupo colombiano ‘Morat’ ‘Cómo te atreves a volver’. Sin saber si fue casual o intencionado, al instante me hice muy fan de la mente preclara que acertó a ponerle letra y música al sinsentido. “Cómo te atreves a volver, a darle la vida a lo que estaba muerto, la soledad me había tratado bien y no eres quien para exigir derechos […] por qué volviste si te vas a ir, tantas mentiras que al final no veo, nunca fui bueno para distinguir, al fin y al cabo siempre me las creo”.
Repasar algunas de sus estrofas y sonreír con cierto tono socarrón se antoja casi inevitable. La vuelta, por precipitada e interesada, merece esta acusación como justa banda sonora.
No han convencido ni los horarios, en el caso del Athletic altamente discutidos, ni el lamentable incumplimiento sistemático del supuesto protocolo, ni el invento de colocar aficionados de pega en imagen y sonido, ni tampoco la discriminación entre medios de comunicación a la hora de cubrir los partidos en los estadios. Algo a lo que, por cierto, estamos acostumbrados muchos medios online.
La siguiente temeridad se sigue tramando. Abrir las puertas al público, al mismo que hace guardia sin mascarillas en las puertas cerradas. Se especula con el 1 de julio, pero el CSD ha dicho que por ahora ni hablar del tema. Me recuerda a cuando se ratifica a un entrenador. Podemos ir dándolo por hecho.
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