Resulta gratificante para el orgullo del athleticzale ver a una de sus esperanzas canteranas haciéndose fuerte en un escenario con vértigo. Como si no hubiera nada a lo que temer, Oihan Sancet se liberó en el escenario blaugrana de cualquier sobrecosto. Vamos, que se mostró natural, despojado de complejos.
Y cuando el navarro se encuentra en esa situación la clase empieza a fluir. Un pase por aquí en busca de Williams, otro por allá para que Córdoba progrese en velocidad… Y si le viene encima Busquets, no pasa nada, ya le hace un requiebro, un amago, y el pivote culé le tiene que agarrar en una de las imágenes más icónicas del encuentro. El jugadorazo blaugrana probablemente se dio cuenta este martes de que en el navarro hay mucho jugador.
Gana terreno
Tanto como para haber disputado ya 11 encuentros, cinco de ellos como titular, con 509 minutos de rodaje. Dicho de otra, manera es el mismo número de encuentros que Beñat, que solo ha actuado de inicio en tres ocasiones para acceder a 393 minutos. Otro dato que resulta significativo es el que arroja San José: solo 357 minutos tras nuevos duelos, tres de ellos como titular.
La sociedad con Vencedor
Está claro que se está fraguando el relevo generacional, en el que Sancet debería tener un papel preponderante. Tiene futuro, pero que no se tuerza. Su sociedad con otra de las esperanzas de Lezama, Unai Vencedor, puede ser una joya en el futuro. Hay que ser pacientes con ellos, a la vez que exigentes. De momento, Oihan ya ha hecho un recorrido algo más largo.
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