Las enemistades pueden tener raíces muy diversas. Algunos piques los marca la cercanía geográfica, otros los objetivos comunes. Los hay, en cambio, que son fruto del roce, que van acrecentándose con el tiempo, con los duelos, regados por dos maneras diferentes de entender las cosas.
La Real y el Getafe saltarán mañana al césped del Coliseum Alfonso
Pérez con un único objetivo en mente: romper su mala dinámica y dar un golpe a un rival directo en la lucha por Europa. Hay demasiado en juego como para ocuparse de cuestiones accesorias, aunque es humano disfrutar más de según qué triunfos. Y para la Real, ganar al conjunto de Bordalás ha ido adquiriendo un regusto dulce añadido. Y viceversa.
Las rencillas llegaron a su máxima expresión al inicio del confinamiento, cuando el futuro de la competición liguera estaba en el aire. La clasificación dictaba que la Real era cuarta con los mismos puntos que el Getafe, quinto, merced al golaverage general. Un puesto que, en caso de que LaLiga tuviese que suspenderse, hubiese otorgado la plaza Champions a los de Imanol
Alguacil. En el club azulón no lo veían de la misma forma.
“El cuarto es el Getafe, que tiene ganado el golaverage a la Real”, apuntó su presidente Ángel
Torres, señalando a la victoria del Getafe por 1-2 en Anoeta. “No se puede nombrar a dedo quién va a Europa. Eso es una barbaridad”.
Unas declaraciones que no gustaron nada en el seno del club txuri urdin. No es el único capítulo reciente de una rivalidad que, en ocasiones, ha sobrepasado el terreno de juego.
“Ya no eres tan listo”
En el encuentro disputado en octubre en Anoeta, el técnico del Getafe, José
Bordalás, se dirigió a Mikel
Oyarzabal en términos bastante despectivos durante el encuentro. “Tranquilito eh, ya no eres tan listo”, se encaró el entrenador. El ‘10’ txuri urdin se giró incrédulo aunque no entró al trapo.
En el campo, Real y Getafe despliegan dos maneras antagónicas de interpretar el fútbol. Los txuri urdin apuestan por el balón, un ritmo de juego alto, partidos vivos. El Getafe, por contra, combina un estilo directo, valiente en la presión, con un dominio amplio de eso que se conoce como “el otro fútbol”.
Dos estilos contrapuestos que vuelven a verse las caras. Una batalla de filosofías en la que la Real suele salir escaldada. Los txuri urdin se han medido al Getafe en cinco ocasiones desde que Bordalás dirige al conjunto azulón; el balance es de cuatro derrotas y sólo una victoria, la de la pasada temporada en Anoeta (2-1). Otra dinámica más que la Real tratará de romper en el Coliseum.
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