“Creemos que ha llegado el momento de que tengamos nuestro propio equipo femenino”, dijo Florentino Pérez al dirigirse a los socios del Real Madrid en la Asamblea General Extraordinaria del pasado 15 de septiembre. Ese día, el club blanco aprobó la absorción del CD Tacon con un saldo de 810 votos a favor, 44 en contra y 40 abstenciones. De ese recuento nació el compromiso de la entidad madridista de sumarse a partir de este 1 de julio al impulso del fútbol femenino.
En España y en Europa se esperaba este movimiento del gigante blanco. El Real Madrid sigue los pasos dados anteriormente por otros grandes trasatlánticos. Clubes algo más modestos, como el FFC Fráncfort, el Umea o el Turbine Potsdam, han ido cediendo en su dominio en el continente frente a los presupuestos y las plantillas del Wolfsburgo y del Olympique de Lyon.
Ahora son los vigentes campeones de Alemania y de Francia los que se preparan para abordar una mayor competitividad en los años venideros, dadas las crecientes apuestas del Barcelona, del Bayern de Múnich, del Chelsea, del Manchester City o del París Saint-Germain. El reciente arribo del otro equipo de Manchester, el United, o del Juventus italiano contribuyeron asimismo a ampliar el mapa del fútbol femenino, un negocio en expansión y con un techo por descubrir.
El pasado Mundial de Francia, por ejemplo, arrojó buenas cifras de asistencia y mejores registros de audiencia, con un acumulado de 1.120 millones de telespectadores. 993,5 millones vieron al menos un minuto del torneo a través de la televisión y 481,5 lo hicieron a través de plataformas digitales.
Mediado aquel certamen saltó la noticia. El club blanco se decidía a armar su equipo femenino. “El Real Madrid debe formar parte de este fenómeno mundial”, convino Florentino Pérez ante los socios madridistas algunas semanas después.
Ante la imposibilidad de cumplir los plazos para la temporada 2019/20, la junta directiva merengue implementó un primer marco de colaboración transitoria con el CD Tacon. Durante la pasada campaña, el cuadro taconero compitió con su nombre original, aunque ya jugó y entrenó en Valdebebas. Finalizó la temporada en el décimo lugar.
El Real Madrid irrumpirá con su nombre, camiseta y escudo este nuevo curso, con el propósito de llevar su marca al máximo nivel en aquellas competiciones nacionales e internacionales en las que participe desde septiembre en adelante.
“Ha llegado el momento en el que se afronte este nuevo desafío y se construya un equipo de fútbol que sea capaz de competir y del que también todos nosotros nos podamos sentir orgullosos”, adelantó su presidente.
En la temporada 2020/21, los seguidores verán al Real Madrid únicamente en la Copa de la Reina y en la Primera División. Ser uno de los tres mejores equipos del torneo regular le abriría las puertas de la Liga de Campeones, competición que no ha ganado todavía ningún conjunto español. El Barcelona alcanzó la final europea en la temporada 2018/19.
Precisamente, el conjunto azulgrana, referente en España tras sus recientes éxitos en la Supercopa y en la Primera Iberdrola, marcó las primeras distancias con el CD Tacón al derrotarle en la primera jornada, por un concluyente 9-1, en el estadio Johan Cruyff. Por 0-6 se impuso en el encuentro de la segunda vuelta en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.
Las prestaciones del equipo blanco deberían ser mejores esta temporada. Reclutará para ello a algunas de las jóvenes jugadoras españolas más prometedoras del momento y a otras algo más experimentadas. El club espera, además, que las apuestas internacionales del pasado curso den otro paso adelante en su rendimiento. Sofia Jakobsson o Kosovare Asllani fueron, no obstante, medallistas de bronce con la selección de Suecia en el pasado Mundial de Francia.
Del bloque que ascendió con el CD Tacon apenas continuarán media docena de nombres. Esther Martín-Pozuelo, Patri Carballo, Marina Martín o Gema Prieto, protagonistas de aquella gesta, son algunas de las futbolistas que se despidieron ya.
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