Zinedine Zidane acertó ayer con los cambios ante el Getafe. Quitó a Isco, Modric y Vinicius para dar entrada a Valverde, Marco Asensio y Rodrygo. Tres jugadores que le dieron al Real Madrid la fuerza que necesitaba el equipo blanco para superar al Getafe que hasta ese momento estaba maniatando a un Madrid que estaba muy lejos de poder ganar.
El desborde de Marco Asensio y Rodrygo fue clave para que el Madrid abriera el juego por las bandas y Valverde le dio el empuje, la fuerza física que necesitaba el Real Madrid para superar al Getafe.
Sin embargo, además del acierto de Zidane, la decisión de Bordalás de quitar a Cucurella también ayudó mucho a los blancos a la hora de darle la vuelta al partido. El jugador catalán no tuvo tanta presencia en ataque como es habitual en él, pero estaba siendo la pesadilla de Carvajal al que le impedía incorporarse al ataque por la presión que ejercía sobre él cada vez que intentaba hacerlo.
Bordalás decidió quitar a Cucurella en el minuto 69, cuando ya habían entrado Marco Asensio, Valverde y Rodrygo. El del Getafe se marchó dando muestras de que no le gustaba el cambio. Todo o contrario que Carvajal al que se le abrió el cielo con esa decisión de Bordalás.
El entrenador del Getafe apostó por dar entrada a Hugo Duro, más ofensivo que Cucurella pero también con menos espíritu defensivo que el catalán. Sin la presión de Cucurella, Carvajal comenzó a aparecer con más asiduidad por la banda, ayudado por Rodrygo. Precisamente por esa banda llegó la jugada del penalti que acabó dándole la victoria al Real Madrid.
Carvajal, en su incorporación más peligrosa, se fue de Olivera que le hizo penalti que Sergio Ramos transformó para darle un triunfo muy trabajado al Real Madrid.
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