Un solitario gol de Muriel de penalti bastó para que el Atalanta siguiese con su excelente momento de forma y se apuntase la octava victoria consecutiva, un triunfo que asegura su cuarta plaza y el billete para disputar la Champions la próxima temporada. El conjunto de Giampiero Gasperini sigue arrollador tras el parón y pese al corto resultado no dio opción a un Cagliari que jugó con un futbolista menos durante más de una hora.
La primera media hora de juego fue trepidante. El Atalanta, fiel a su naturaleza ofensiva, tardó bien poco en probar la solidez de Cragno, el portero del Cagliari. Los de Gasperini dispusieron de una doble ocasión, pero el guardameta local demostró estar inspirado impidiendo por dos veces el gol.
Sin dilación, en la siguiente jugada fue el Cagliari el que se acercó a la meta visitante e incluso marcó, pero el VAR decidió anular el tanto de Simeone. Un mal despeje de Caldara cayó a pies de Nainggolan, que dobló para que el hijo del ‘Cholo’ anotara un golazo al clavarla a la escuadra. Desde el VOR avisaron al colegiado, que revisó la jugada y señaló unas manos del argentino en el momento de la recuperación del balón.
El partido seguía vibrante y con alternativas. Muriel estrelló un balón al palo y a la siguiente jugada Simeone rozó la madera del Atalanta en un contragolpe velocísimo.
Expulsión en el Cagliari
No se había llegado a la media hora de partido cuando éste se rompió. El Cagliari se quedó con un futbolista menos en el penalti del canterano Andrea Carboni sobre Maninovskyi. Muiriel asumió los galones y tiró con sangre fría la pena máxima, adelantando a su equipo (27’).
De ahí hasta el final del primer tiempo, fue un monólogo de la ‘Dea’, que se acercó con peligro a la meta del Cagliari pero que una tras otra se fue topando con el meta Cragno.
El segundo tiempo arrancó de nuevo con un Atalanta arrollador. Los de Gasperini flirtearon de nuevo con el gol, pero de nuevo el palo, repeliendo un cabezazo de Hateboer, impidió el segundo tanto bergamasco.
Gasperini no lo veía claro y dio entrada a todo su arsenal, con Papu Gómez e Ilicic. El cansancio empezó a hacer mella en el Cagliari, que se fue encerrando para no dejar espacios a un Atalanta falto de clarividencia.
La intensidad bajó en picado y el marcador ya no se movió para bien del equipo de Gasperini, imbatido en los últimos 10 partidos (9 victorias y un empate) y que parece tener un pie y medio en la siguiente edición de la Champions League.
Source link