Todos tenemos nuestras pequeñas manías cuando leemos: por ejemplo, hay quien solo lee en papel y no en libro electrónico. Algunos necesitan estar cómodos, mientras que otros pueden leer de pie en un autobús lleno. Y también hay quien coge un libro y sigue con él hasta que lo acaba y quien va leyendo varios a la vez, alternando la lectura entre dos, tres o más títulos.
Uno de estos últimos es César Viteri, que en Twitter contó que lleva unas semanas combinando la lectura de varios libros, lo que a su vez llevó a que otros lectores compartieran su experiencia. La prueba le está yendo bien: según contaba, lee más “y con más ganas”.
Solía leer un único libro a la vez. Desde principios de este año estoy leyendo varios de distintos tipos y temas, y estoy notando que en general leo más y con más ganas. ¿Leéis varios libros a la vez? https://t.co/IvYGmJnS9h
— Multimaniaco 2020 (@Multimaniaco) February 17, 2020
No está solo, claro. En su tuit comparte otro mensaje del escritor Austin Kleon, autor estadounidense de Roba como un artista. Este tuit a su vez es una cita de la escritora también estadounidense Octavia Butler (fallecida en 2006), en la que cuenta que generalmente tenía “cuatro o cinco libros abiertos por casa”.
Viteri explica a Verne que hace unos años pasó por un “bache lector” y se propuso leer más. Se apuntó a un club de lectura, se propuso un reto de Goodreads… Pero en ocasiones llegaba cansado a casa, por ejemplo, y si estaba con un libro que no le tenía atrapado, “buscaba una alternativa a la lectura, como una serie”. Con este cambio, está leyendo más porque la alternativa a la lectura es otra lectura: a lo mejor no le apetece seguir con ese libro en ese momento, pero sí con otro que tiene comenzado.
Una ventaja de leer varios: ayuda a no abandonar los libros
Uno de los que contestó a su tuit fue Jónatan Rubio, de la librería La sombra (Madrid), que explica a Verne que lee “muchos libros a la vez y desde hace muchos años”. En la facultad combinaba lecturas por placer y lecturas obligatorias, y ahora en la librería combina los libros que quiere leer con los que tiene que leer para estar al día y saber qué recomendar a sus clientes. A veces, estos títulos le acaban gustando tanto o más que los otros: “Es imposible separar las dos cosas”.
Igual que Viteri, Rubio explica que leer varios libros a la vez le ayuda a terminarlos. Si se atasca, no los abandona (a no ser que se haya “enfadado mucho”). Solo los baja a la cuarta o quinta posición de la pila de los que está leyendo. Viteri, que hace lo mismo, dice que así no tiene esta “sensación de losa” que en ocasiones supone tener a medias un libro que no le está gustando y que aún no se decide a abandonar.
Rubio suele leer “una novela, algo de ensayo y algo más corto, como relatos o poesía”, para cuando tiene 10 o 15 minutos libres. “Algo que me permita entrar y salir sin problema”. Siempre va con tres o cuatro libros encima, todos de papel.
Por comparar, un 31,5% de los españoles no lee libros nunca, según recoge el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2019 elaborado por la Federación de Gremios de Editores y publicado recientemente. El 68,5 % de los mayores de 14 años sí dedica tiempo a la lectura y lee una media de 10,9 libros al año. Un 50% agarra un libro al menos una o dos veces por semana.
Otra lectora que ha tenido que combinar libros por trabajo y por placer es Marta Cruces, que ha trabajado en librerías y como lectora de manuscritos en la editorial Harlequin. La también autora de novelas como Amor en juego nos cuenta que, como Rubio, cuando tenía que leer por trabajo intentaba reservarse tiempo de su ocio para leer lo que le apetecía.
Aunque ya no tiene ninguno de estos empleos, sigue leyendo varios libros a la vez: si antes lo hacía para estar al día, ahora “tiene más que ver con el simple disfrute”. No es tanto porque se aburra de un libro y comience otro. Por lo general, cuenta, es por curiosidad: puede que esté leyendo un libro que le guste mucho, pero si, por ejemplo, un amigo le recomienda otro, no duda en compatibilizar la lectura de ambos.
Algo parecido le pasa a Raquel C. Pico, periodista y cofundadora de la web sobre literatura Librópatas, que compara comenzar otro libro nuevo a cuando de niño nos hacían regalos en Navidad o por nuestro cumpleaños. Cuando se hace con uno nuevo que tiene muchas ganas de empezar, acaba “dejando de lado todo lo demás, por muy empezado que lo tenga, para leer el nuevo”. Suele combinar ensayo y ficción “porque con el ensayo es más fácil parar y seguir leyendo pasado un tiempo”.
Diferentes espacios, diferentes libros
En ocasiones, Pico tiene que leer libros para documentarse por trabajo, pero otras veces depende del momento e incluso de dónde esté. “Leo en espacios diferentes y no todos los libros funcionan igual en todas partes”. Y pone un ejemplo: ella vive en Vigo, pero es de Santiago, ciudad a la que vuelve a menudo. “En Navidad hubo la fiebre de las luces de Vigo, y los trenes estaban llenos y había mucho ruido”. Para esos ratos optaba por novelas de misterio, bestsellers e historias románticas: “Libros que buscan engancharte y con los que quieras llegar al final”.
Hemos preguntado a los seguidores de Verne en Instagram si prefieren leer los libros de uno en uno o varios a la vez. Muchos de los que alternan títulos nos comentan que leer en transporte público también hace que se dejen los grandes tochos de tapa dura en casa y se lleven para el metro o el autobús alguno más corto, el libro electrónico o incluso algún audiolibro, como @aigua.marina.
Si la cosa funciona
Al final es una cuestión de preferencias. Pico cuenta que “leer es algo que hacemos para disfrutar y lo mejor es que cada uno haga lo que mejor le funcione”. Coincide el escritor y youtuber especializado en literatura Javier Ruescas. Él lee los libros de uno en uno, pero apunta que lo ideal es que “cada uno disfrute” de lo que mejor le vaya.
Ruescas se centra en un solo título a la vez, pero alterna géneros y formatos (novela, cómic, manga…): “Intento leer una historia de principio a fin”. En gran parte porque cree que “el autor esperaba que se leyera de esta manera”. A veces cuela algún libro —por ejemplo, si alguien se lo recomienda—, pero lo acaba antes de volver al que dejó a medias. Eso sí, en ocasiones también lleva algún libro de bolsillo para el metro, por ejemplo, si el que está leyendo es de los gordos y es más difícil de pasear.
El caso de Ruescas no es una excepción, claro. Un 62% de los seguidores de Verne que contestaron a nuestra encuesta de Instagram prefiere leer los libros de uno en uno para, por ejemplo, meterse de lleno en la historia. Otro 38% va compaginando la lectura de varios a la vez.
@nemoprophetainpatria nos decía que no ve “la ventaja de leer varios libros” al mismo tiempo y que en su opinión “solo alargaría el tiempo de lectura de cada uno”. @nuri_alb prefiere ir terminando cada libro para no liarse con las historias. Aunque es habitual cambiar de género, también hay quien, al contrario, se lee varios títulos seguidos del mismo autor si se engancha, como @dreidegomez. En ocasiones, no tenemos mucho margen de elección: @amnivns_ contaba que siempre ha leído varios a la vez, pero ahora tiene menos tiempo y prefiere ir título a título.
Es posible probar otra opción, a ver si nos funciona, como hizo Viteri. Pero no tiene por qué salirnos igual de bien. Como nos decía otra seguidora, “siempre intento leer solo uno e inevitablemente acaban siendo siete a la vez”.
¿Qué libros (y cuántos) están leyendo?
César Viteri: una novela, un libro de cuentos y un ensayo
– La mano izquierda de la oscuridad, de Ursula K. LeGuin.
– Trafalgar, de Angélica Gorodischer.
– Apocalípticos e integrados, de Umberto Eco.
– También está releyendo en inglés la Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, y de The Once a Future King (Camelot): de ambas series ha terminado la primera novela, pero su intención es seguir con ellas.
Jónatan Rubio: dos novelas, un libro de cuentos y un ensayo
– The Twisted Ones, de T. Kingfisher (pseudónimo de Ursula Vernon).
– En un lugar solitario, de Dorothy B. Hughes.
– Dos pieles, una antología de relatos de autoras inéditas.
– La venganza de las punks, de Vivien Goldman.
Raquel C. Pico: dos ensayos y dos novelas
– The Self-Help Compulsion, de Beth Blum.
– La monja organista y cantora: una voz y una identidad silenciada, de Francisco Javier Lorenzo Pinar.
– Ellas hablan, de Miriam Toews.
– Desaparecida en Siboney, de Rosario Raro.
Marta Cruces: dos novelas
– El Valle de los Ladrones, de África Vázquez Beltrán.
– Red, White & Royal Blue, de Casey McQuiston.
Javier Ruescas: terminó un cómic y comienza un ensayo
– Acaba de terminar Universo, de Manuel Monteys, y ha empezado Fuerte, de Roy Galán
(Y el autor de este texto, que también lee de uno en uno, está con Less, de Andrew Sean Greer).
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