Antes de que el titular le lleve equivocadamente a una intención que no tiene este artículo, déjeme puntualizar que Pol Lozano aparece en el mismo por una razón que nada tiene que ver con la acción por la que vio la tarjeta roja. El centrocampista, canterano y perico como el que más, jugó este miércoles el que era su tercer partido en LaLiga. El primero como titular. Y viendo su rendimiento durante la primera mitad, acorde con su buen hacer en la cantera los últimos años, el aficionado perico se pregunta por qué no ha disfrutado de más minutos cuando otros como Iturraspe se han paseado por el verde sin pena ni gloria. Como si esto de que el Espanyol pierda la categoría no fuese con ellos.
Pol Lozano fue uno de los cinco canteranos con los que el Espanyol saltó al césped del Camp Nou. Víctor Gómez, Dídac Vilà, David López y Marc Roca son los otros cuatro. En la segunda mitad jugó otro producto de la Dani Jarque como Campuzano. También Darder. Y se quedaron en el banquillo otros como Pedrosa, Melendo, Nico Melamed y Dani Villahermosa.
A lo que voy. Muchos de los mencionados estarán en la plantilla del Espanyol la próxima temporada intentando que lo estar en el infierno de Segunda sea cosa de solo un añito. Como las cuatro veces anteriores que se ha visto al cuadro blanquiazul en la categoría de plata. Y sin duda que ese ‘ADN perico’ será positivo para el Espanyol en su lucha. Pero a la vez, no bastará con eso.
La Segunda es una categoría muy complicada, y para tener éxito en ella se necesitan unos perfiles de futbolistas concretos. Conocedores de esta división. Con talento, pero también curtidos en mil batallas. Adri Embarba es un claro ejemplo de ello. Tanto, que a pesar de que en invierno dejó el Rayo para llegar al Espanyol, será uno de los mejores del curso cuando finalice esta edición de LaLiga SmartBank. Raúl De Tomás y Leandro Cabrera son otro que tal bailan, pero está por ver si seguirá en Cornellà-El Prat.
En definitiva, que el Espanyol, si es con ‘Embarbas y Pol Lozanos’, a buen seguro que estará en la lucha para ascender a Primera el próximo curso. Con eso, autocrítica y exigencia, claro. Porque sin estas virtudes, ausentes este año, tampoco lo conseguirá.
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