El 1×1 de la Real contra el Granada


EL MEJOR: Recital deslumbrante de Barrenetxea, imparable desde la izquierda



Qué delicia de partido regaló Ander Barrenetxea. Los resultados valen su peso en oro, para bien o para mal, pero recitales de este calibre protagonizados por un canterano que acaba de cumplir la mayoría de edad colma el orgullo de cualquiera. Esplendoroso repertorio del donostiarra en el regate para zafarse de Foulquier, descomunal carácter para cargar con los kilos de la responsabilidad desde la izquierda, espectacular su clase para conducir, pasar y driblar. Se ‘burló’ de su par pisando el cuero, con autopases, sirvió no menos de tres balones de gol y se cruzó en un par de ocasiones con el poste: en un centro-chut y en un derechazo desde la frontal. Brutal.


Moyá: Estatua

Recibió tres goles en otros tantos disparos la tercera vez en que salió titular. El cabezazo de Puertas entra cerca de la escuadra y Soldado le regatea en el 0-2 y en el 2-3 pudo salir para abortar el centro que remató Duarte. No aportó ninguna solución al desaguisado defensivo.


Aritz:
Perdido

De lateral en lugar de actuar en el centro de la zaga, no cuajó un buen partido. Débil para abortar la acción que le llegó por la banda y muy errático con el balón. No atraviesa un momento dulce.


Llorente:
Estrepitoso

Otra vez en el meollo. No despejó debidamente el pase que terminó siendo el 0-2. La regla es un despropósito, igual de grave que su error para dar pábulo a que Soldado se plante ante Moyá. Pases por dentro a raudales que no compensan su enésimo gazapo.


Le Normand: Espeso

Le costó una barbaridad iniciar el juego y no estuvo seguro en su labor principal. Puertas cabecea ante el francés en el primera tanto del partido. Inferior al nivel de toda la temporada. Puede estar acusando el cansancio.


Aihen:
Desmedido

Menos estable de lo habitual en todos los sentidos. Más animado para apoyar a los atacantes que de costumbre, autor de un magnífico centro a Portu, pero superado por Duarte en el gol que propició la derrota. Por lo tanto, responsable directo.


Zubimendi:
Valioso

Segunda jornada seguida como titular y sin desentonar, sino todo lo contrario. Con crédito para llevar la manija a base de pases acertados y una dosis importante de intensidad y colocación para adueñarse del balón.


Merino:
Capataz

Aquí uno de los que manda es el navarro. Nuevo ejercicio de superación, infatigable para presentarse en cada esquina. Quinto gol de la temporada ajustando con la derecha, despliegue. Buena sociedad con Zubimendi, Oyarzabal y Barrenetxea.


Portu:
Impulsor

No pudo llevar a buen puerto todo lo que generó, que fue mucho. Suyo fue el primer lanzamiento de la Real, en posición forzada, que paró Rui Silva. A punto estuvo de sorprender adelantándose a Duarte en un centro de Aihen. Fogoso pero inconcluso.


Oyarzabal: Rabioso

Bárbaro por el centro. Hizo un golazo y lideró las operaciones. El 10 es su talla.



Willian José:
Derrotado

Clara derrota personal del brasileño. Aislado en el archipiélago de los errores, perdonó el gol que significaba el empate a dos en el minuto 64. Solo ante el portero, fuera con la zurda tras un autopase de calidad sin tocar el balón. Apenas se prodigó en el resto de la tarde.

Los cambios

Djouahra Prometedor

Una penetración detrás de otra, ocasión de gol y servicio a Oyarzabal en el 2-2. Gran aparición.

Gorosabel Desapercibido

No aportó nada.

Roberto López Respiradero

Salió para suministrar actividad por el centro.


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